Desde la vecinal del Barrio Juan XXIII manifestaron su entusiasmo por las obras proyectadas por la empresa Corven a raíz de la propuesta de expansión en terrenos del Área Recreativa Norte. La suma que se calcula en aproximadamente tres millones de pesos que serán dirigidos a obras de solución hídrica en el barrio, derivó en un principio de acuerdo, luego de ciertos roces entre las autoridades vecinales y los ejecutivos.
“La verdad que para nosotros es una alegría. En un principio no teníamos contacto con la firma. Pero a raíz de los problemas hídricos, empezaron a trabajar en conjunto con la vecinal. Ellos querían colaborar con el barrio y no sabían que estaban causando algún daño al barrio. Se hicieron los estudios previos y van a tener en cuenta de no hacer ningún daño”, dice Marcelo Vega en diálogo con PUEBLO Regional.
Vega destaca el compromiso que tomaron para hacer las obras en el barrio y de qué manera eso influyó en su opinión: “son casos que están en riesgo por el agua, porque por esos zanjones pasan gran parte del agua de la ciudad. Sanear eso es una alegría grande. En un principio estuve del otro lado de la vereda, pero desde Corven se sentaron a dialogar”.
La obra implica 600 metros de entubado que permitirán encauzar los desbordes hacia la laguna. Vega comenta que se trata de un trabajo muy complejo que acarrea la compactación, nivelación y alineamiento, pero que permite brinda una respuesta efectiva a la problemática del barrio. “Para nuestro barrio es una obra impresionante, yo creí que iba a dejar de tener vida y a eso no lo iba a ver saneado”, apunta.
“Siempre se le da prioridad al centro y las periferias siempre quedan para lo último. Hacer una megaobra en un barrio tan humilde, lo veo muy bien. De parte del Concejo, quizás en su momento, a veces está muy encriptado. Nosotros tuvimos que ir a penetrar el Concejo. Nosotros ponemos el pecho día a día en nuestros barrios, y tenemos que luchar para que este barrio mejore”, señalo, y agregó: “yo tuve que salir por los medios a remarcar algo que nos podía perjudicar. Gracias a Dios, por el tiempo y las obras, está ayudando y bajaron las napas. Nosotros no sabíamos los estudios previos y salimos a advertir que nos podían perjudicar. La conclusión es que ellos decidieron ayudar al barrio”.
