ESCUCHA RADIO MIL9
ESCUCHA RADIO MIL9
viernes 26 abril 2024
15.4 C
Venado Tuerto
InicioVenado TuertoTeresita Durando: Una vida dedicada al cuidado del otro

Teresita Durando: Una vida dedicada al cuidado del otro

Teresita Durando es una de esas personas antológicas de la ciudad. Con una larguísima trayectoria como enfermera, dejó su marca en el sanatorio más visitado por los pacientes venadenses y de la región. Es probable que buena parte de la población que atravesó las habitaciones del nosocomio, haya sido cuidada y acompañada por ella. “Siempre tuve predilección por los enfermeros en los hospitales, cuando andaban vestidos de blanco con una cofia. Y el olorcito de las jeringas hervidas me apasionaba. Tenía atracción por cuidar al otro, estar cerca”, dice.

Empezó a trabajar en un sanatorio de pueblo haciendo sus primeras armas. En ese tiempo las enfermeras se llamaban empíricas, no cursaban estudios superiores. Era el médico quién les enseñaba y les decía que iban a hacer. Teresita cuenta que cada vez que tenía que pinchar a alguien, se asustaba y temblaba, “me parecía que lo estaba torturando”.

Unos años después, a partir de un cambio en el trabajo de su marido, se trasladaron a Venado Tuerto. En la ciudad ella empezó el curso de auxiliar en 1974 y completó los estudios secundarios en un bachillerato para adultos. Más tarde, se anotó para ser Asistente Social y después terminó la licenciatura en Enfermería en la UNR. “Amo mi trabajo y lo amaré siempre”, afirma.  

Teresita tiene una notable memoria de sus pacientes. Puede recrear escenas, caras, situaciones. “Todos mis pacientes están en mi corazón”, explica, pero abunda en que “los que he amado mucho, son los de oncología. Ellos me traían regalos. Y como no podía demorar, les decía que me acompañen, y me hacía acordar a los muchachos que antes te decían así. Verlos ahora después de veinte años que hicieron la quimio me parece maravilloso”.

Los enfermeros tienen dos festejos en el año. Uno es el 12 de mayo, por el aniversario de Florence Nightingale, pionera de la enfermería moderna en el mundo, una inglesa que se destacó en la Guerra de Crimea. En ese entonces, la enfermería no se estudiaba, y gracias a ella se comenzó a desandar el camino de la profesionalización.

“Le decían la mujer de la lámpara, porque se paseaba de noche controlando los pacientes. Ella estableció un método científico y hablaba del entorno, lo que nos rodea, el aire, la luz, la higiene. Ella decía que se podía trabajar con eso y proteger al enfermo”, desarrolla Teresita, y dice con tristeza que lamentablemente ahora “quieren hacer desaparecer esa profesionalización, pero eso ya es otra historia”. La otra fecha celebratoria es el 21 de noviembre, el día de la Enfermería en la Argentina, fijado porque es el día de la virgen de los Remedios.

Para Teresita, la enfermera tiene que mirar con ojos de amor. “Algunos se aterrorizaban de vernos, porque hacían caricaturas de enfermeras malas. Pero no hay por qué, el paciente tiene que poder acercarse, sentirse protegido y cuidado”, cuenta, y agrega: “ya formo parte del staff y de los muebles del sanatorio, ha crecido muchísimo y está tremendamente bello”.

En ese sentido, ella indica que le apasiona trabajar, aunque ahora ya no tenga edad para tomar cuatro o cinco tareas a la vez. Pero todavía le gusta ir al sanatorio y caminar sus pasillos.  “Yo me formé con médicos muy capaces que nos enseñaban, me tocó trabajar con gente muy admirable y muy buena”, describe.

En Venado hay una escuela de enfermería. “Yo creo que van a abrir los estudios de enfermera profesional porque hay una gran demanda, tenemos un gran déficits de enfermería, y eso pasa en todos lados. Si uno siente esa vocación, hay que animarse, porque es un oficio hermoso y necesario”, resume.

Te puede interesar

TE PUEDE INTERESAR

No puedes copiar el contenido de esta página.