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Suspensión de Ganón: una forma de disciplinamiento

(Juan Carlos Tizziani – Rosario/12) La sesión conjunta de la Cámara de Diputados y el Senado se dividió ayer en dos bloques: el que votó el acuerdo político de la Casa Gris y suspendió por supuesto «mal desempeño» al defensor provincial Gabriel Ganón (por 45 votos) y al fiscal regional de Reconquista Eladio García (por 51) hasta el final de sus mandatos, en abril de 2017. Y el que rechazó el pacto entre el Frente Progresista y los senadores del PJ y se opuso a sancionar a ambos magistrados: 12 en el caso de Ganón y 5 en el de García, entre votos negativos y abstenciones. La decisión quedará en la historia por los perseguidores que fueron jueces y parte: el senador de la UCR Lisandro Enrico que denunció a Ganón, se convirtió en su acusador y ayer votó por suspenderlo en el cargo. Y el senador del PJ Raúl Gramajo que denunció a García, tuvo el voto de desempate para abrirle al proceso, operó como su acusador, votó su sanción y hasta se consideró víctima de su denunciado en una causa judicial que ya fue rechazada en dos instancias por «inexistencia de delito». Denunciantes, acusadores y jueces, todo al mismo tiempo. «Es un escándalo. El día más negro de la democracia santafesina», dijo Ganón después de seguir el plenario desde el palco de periodistas porque le cerraron las barras y lo comparó con «una Corte Canguro: un mecanismo que ya tenía la sentencia de antemano y nada de lo que nosotros pudiéramos decir o probar iba a modificar la decisión que ya estaba tomada», explicó. El castigo tiene un plus: impide a los suspendidos ingresar a sus despachos.

Los casos de Ganón y de García no tienen nada que ver entre sí. Pero los vinculó un acuerdo político entre el gobierno de Miguel Lifschitz y los senadores del PJ para suspender a ambos por cinco meses, hasta el final de sus mandatos. «Una remoción encubierta», denunció el diputado Ariel Bermúdez. Ayer, el ministro de Justicia Ricardo Silberstein no pudo negar una reunión clave que se realizó en la Casa de Gobierno el 10 de noviembre que cerró el trato ‑como informó este diario‑, pero intentó desmentir su contenido. «No hubo ningún acuerdo», dijo a una colega de Radio Dos. Lo desmintió el resultado de la votación en la Legislatura, que estuvo en línea con lo que se acordó en el cara a cara con Lifschitz, en la Casa Gris. El Frente Progresista y los senadores del PJ aprobaron en bloque las sanciones a Ganón (por 45 votos) y a García (por 51). En el caso del defensor, se opusieron doce legisladores (diez votaron en contra y dos se abstuvieron) y en el de García, cinco (tres y dos). Acuerdistas por un lado y disidentes por el otro.

Los diez que rechazaron la sanción a Ganón son seis diputados peronistas: Silvia Simoncini, Patricia Chialvo, Germán Baccarella, Roberto Mirabella, Claudia Giaccone y Julio Eggimann, los socialistas Silvia Augsburger y Rubén Giustiniani, Carlos Del Frade y Fabián Palo Oliver, el único radical que desafió a sus pares. Y se abstuvieron: los senadores del PJ, Ricardo Kaufmann y Guillermo Cornaglia y el diputado de la Coalición Cívica, Ariel Bermúdez, quien advirtió que la «suspensión» no está contemplada en la ley, por lo tanto, la consideró una «remoción encubierta».

Lo del vicegobernador Carlos Fascendini -que presidió la sesión conjunta‑ fue un bochorno: clausuró las barras del recinto para evitar que Ganón, funcionarios de su gabinete y militantes de derechos humanos pudieran seguir el debate desde el sector reservado al público. Lo que obligó al defensor y a sus acompañantes a refugiarse en el palco de periodistas.

En el arranque, Palo Oliver planteó que las sanciones eran «arbitrarias», un avance para el «disciplinamiento» de la Defensa Pública y alertó que le costará a Santa Fe una «sentencia internacional en contra».

Palo Oliver no pudo terminar su discurso por el hostigamiento de Enrico al que se sumó Fascendini. Enrico metió una chicana legislativa: la moción de orden -que otros llaman de censura‑ porque ordena que primero se vote y después se hable. No tuvo tanto éxito en el caso de García, pero sí en el de Ganón, porque el dictamen de minoría de los diputados Leandro Busatto y Julio Eggimann que propuso el archivo del proceso se conoció cuando Ganón ya estaba suspendido. Lo tuvo que leer Eggimann porque Busatto se retiró del recinto con un pico de presión.

Ganón dijo que el «acuerdo político» entre el Frente Progresista y los senadores del PJ para sacarlo del cargo «escandaliza y pone una mancha más a esta degradación institucional que vive Santa Fe. Y a esto no lo decimos nosotros, sino la ciudadanía en la calle».

Y advirtió que la resolución de ayer ya estaba tomada de antemano. «Es un fallo -como llamó al dictamen que propuso suspenderlo‑ que degradó a los testigos porque dice que declararon en solidaridad conmigo. Mientras que las medidas que se propusieron para probar los falsos cargos de Enrico no se produjeron. No sabemos por qué. Denunciamos que los legisladores nos habían pedido la destitución en 2013 y 2014 no podían votar ahora porque ya tenían una posición tomada y eso quedó a la vista», concluyó.

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