Insólitamente desaparecieron 40 motos del corralón municipal. Fueron retiradas de forma irregular, mediante la falsificación de los documentos necesarios para su retiro. En estos momentos, se está investigando la participación de alguno de los trabajadores municipales o si se trató de un agente externo. En los últimos días de enero una persona se acercó al corralón para retirar su moto y se constata que el vehículo ya había sido liberado en octubre. En los expedientes figuraba que era la primera vez que alguien la iba a buscar. Sin embargo, en el bibliorato del corralón se registraba un oficio sin el sello y la firma correspondiente.
De acuerdo a lo que detalla Sergio Bologna, el juez de faltas, para retirar una moto que fue secuestrada se tiene que presentar el infractor. Se coteja lo que se necesita para retirarla según la falta cometida y luego se proceso. Lo llamativo es que solo uno de los cuarenta fueron en busca de su vehículo. “A veces cuando alguien viene a ver cómo hacer para retirar el vehículo, normalmente en el lomo del expediente se pone lo que se le pide. En algunos casos, vinieron a averiguar y no volvieron. Pero en otros directamente nadie vino”, comenta Bologna.
El hecho de encontrarse con cuarenta oficios falsificados es una situación inédita en sus años de experiencias y revela un nivel de vulnerabilidad impactante en las formas de control y procedimiento del corralón.
“Es un hecho desagradable, yo hace 21 años que estoy y ni remotamente pasó algo así. Pudo haber faltantes de alguna pieza, pero algo de similares características jamás. Por eso queremos la investigación de los involucrados, sea alguien de alguna dependencia municipal o con connivencia de afuera. Hay acceso y tiene un número de acta el vehículo que ingresa, pero después para liberar hay que poner un número de motor y de chasis, que esa información no la tenemos desde el momento en que el vehículo ingresa. Es decir, hay alguien de afuera que ha captado los datos”, finaliza.
