(Por Pablo Tomás Almena) Sábado 5 de abril. “La tardecita” ya había llegado a Venado Tuerto y la ciudad vivía las consecuencias de una de las tormentas más intensas de las que se tenga registro. El agua inundaba las calles en los barrios ubicados en las zonas más diversas. Los municipales corrían (o nadaban) de cuadra en cuadra cerrando calles. Evacuando vecinos. Luchando contra un imposible. Barrios sin luz. Y continuaba lloviendo. LT29, fiel a su línea editorial de “el micrófono de la gente” ponía al aire, sin filtro, decenas de llamados de vecinos que no solamente daban datos respecto a situaciones concretas de anegamientos, obstrucciones, requerimientos para con la Cooperativa Eléctrica o el Comité de Crisis; sino que hacían catarsis, buscaban responsables, analizaban la política de inversiones de la Municipalidad sin más argumentos que la liviandad con la que, por lo general, los vecinos analizan las cuestiones de la cosa pública a través de un contestador telefónico de un medio. Todo al aire, en un minuto y con el agua hasta las pantorrillas. La situación angustiante, y la convicción de este cronista de que en determinadas circunstancias dar grifo libre a las pulsiones de “la gente” es incorrecto y peligroso (porque contribuye a la desesperación de los vecinos, al reino de las emociones por sobre lo racional) hice marchar el dial de la radio hasta la FM Dale, por lo general dispensadora de muy buena música, por lo menos para los requerimientos de quien suscribe. Me dispuse a sacar de un pasillo de mi casa el agua que se filtraba por una ventana. Y se acumulaba. Y se expandía. Pero a poco de pasar los minutos de buena música una voz interrumpió la transmisión. “Siendo las 20.24 de la noche, comenzamos la transmisión de FM Dale por la situación que está atravesando nuestra ciudad. Vecinos que no la están pasando bien por el temporal. Por eso estamos en comunicación telefónica con el intendente ¿José en qué situación se encuentra la ciudad? ¿Cómo están trabajando desde la Muni?”, dijo Martín Ramells, titular de FM Dale. De la nada. De golpe y raje, se iniciaba la transmisión. Y la voz que se escuchaba era la del intendente.
Desde el alejamiento de Alejandra Yelín de la Secretaría Privada del intendente y de la conducción del área de Prensa, ese sitio permanece vacante. Una conducción colegiada de varios de los profesionales que allí se desempeñan, con división de tareas en base a las aptitudes de cada uno. Unos más periodísticos. Otros más técnicos. Otros más administrativos. Todo el mundo, en coordinación. Con buenos resultados: de hecho, casi ni se nota la ausencia de alguien que por su eficiencia se destacó durante los años en que cumplió ese rol, más allá de empatías o diferencias: Alejandra Yelín. Desde su renuncia (nunca explicada en profundidad por las autoridades o la crónica periodística) Freyre procuró encontrar alguien que ocupe ese sitio. Uno de los candidatos fue Martín Ramells. Un joven locutor (hoy empresario) que emigró de LT29/Canal 8 y comenzó su propio emprendimiento con gran aceptación entre los venadenses: FM Dale! Desde las tripas más íntimas del Palacio Municipal le plantearon a este cronista la hipótesis de que LT29 había sido coptada por el Frente Progresista Cívico y Social. Que la programación de la emisora era digitada desde la Casa Gris. De allí el acercamiento a Ramells, indicado como la emisora número 2 de la ciudad. La cuestión a priori parece, por lo menos, poco convincente a la luz de la línea editorial de muchos de los periodistas que se desempeñan en la radio AM que, pese a ejercer su oficio con profesionalismo, son reconocidos militantes o adherentes al proyecto nacional (entre ellos este mismo cronista) y algunos (no este cronista, aclaro) muy cercanos al propio intendente. En esa hipótesis se alínea la propuesta que el intendente Freyre le realizó a Ramells para que fuera quien condujera el área de Prensa de la Municipalidad, en virtud de su carisma y el desarrollo que le ha dado a su empresa. Fuentes del área de Prensa de la Municipalidad (en off the record) señalan a periodistas que suelen frecuentarla que Ramells le habría planteado “que no”, pero que sí había accedido a asesorar al Municipio en materia de ceremonial. Por esos dos elementos (lo sucedido la noche del sábado con el manejo a disposición de la intendencia del horario de inicio o no de la programación; y por esa asesoría de Ramells) es que escribí en facebook, la misma noche del sábado, “FM Dale cadena municipal”, porque de hecho la irrupción de la voz del intendente cortando la programación musical para hablar a la ciudadanía (sin que existiera programa en ese momento), creo que es un elemento suficiente para plantearlo en esos términos. Esto no implica señalar que Martín Ramells haga mal su trabajo o sea deshonesto. Ni tampoco que los que allí trabajan lo sean. Todo lo contrario. Sostener algo así sería análogo a lo que ha planteado el intendente Freyre en sendas oportunidades respecto a ‘lo corrupto del accionar periodístico de PUEBLO Regional y su director (yo)’ por el hecho de difundir informaciones, investigaciones o posturas que vayan contra sus intereses. Es mi más íntima convicción que no existen periodistas asépticos. Totalmente objetivos. Todos vivimos en el desafío constante de ser lo más correctos posibles pese a nuestras subjetividades. Esto no implica corrupción o dinero. Existen otros elementos (pasiones, empatías, convicciones) que nos llevan a los periodistas a acercarnos o no a un proyecto, o algunas ideas, o a algunos dirigentes. Creo que lo importante es reconocerlo. Transparentarlo. Para otro capítulo quedarán las ansias de control de lo comunicacional que demuestra el intendente Freyre, que se muestra para la tribuna plural y tolerante, y tiene prácticas de manejo de lo público que nada tienen que ver con ello. De hecho esa es una de las respuestas a la incógnita de porqué nadie acepta ser su secretario de Prensa: para Freyre ese rol implica ejercer la función de comisario ideológico, patovica intelectual. Llevar a la práctica su real (y tan poco tolerante) forma de vincularse con los medios (y con el otro): amor/odio.
