(Pueblo Regional) De “la religión es el opio de los pueblos” (Karl Marx) a esta parte, mucha agua ha corrido bajo el puente. En la actualidad distintas líneas religiosas han comenzado a tener una relación más cercana con el poder político y las muestras más claras están en Latinoamérica, donde importantes dirigentes políticos ponen como un punto fuerte de su personalidad la cuestión religiosa.
“En líneas generales el espectro evangélico viene trabajando desde los años 90’ o finales de los 80’, cuando comenzaron a surgir varios cristianos evangélicos que en otros tiempos habían militado en filas políticas con la inquietud de insertarse o participar, siempre con la idea de mantener en claro los valores que nos representan”, describió el pastor evangélico Gustavo Alonso en diálogo con Pueblo Regional.
Con el paso del tiempo esta tendencia fue creciendo y “hoy son muchos los que participan en política, algunos como candidatos e incluso hay gente que fue designada para ocupar cargos políticos y que está claramente identificada con la Iglesia Evangélica”.
Por otra parte, el pastor consideró que “también la mirada desde la política hacia los evangélicos es distinta, porque el crecimiento de la iglesia ha sido bastante notorio en estos últimos años, por el trabajo que la Iglesia Evangélica realiza y no necesariamente por estar vinculada con algún color político, sino porque es la tarea que la iglesia siempre realizó y ahora ha tenido una trascendencia mucho más notoria, porque hoy las iglesias evangélicas tienen proyectos educativos, hay colegios, jardines, comedores, centros de asistencia para adultos mayores y un montón de cuestiones sociales en las que tienen una participación importante”.
Entrando en terreno religioso Alonso planteó que “desde el evangelio o desde el cristianismo hemos entendido desde los principios de la Biblia que nuestra obligación moral y espiritual es orar por los que nos gobiernan, independientemente del color que representan. No es una cuestión partidaria, sino una responsabilidad frente a aquellos que tienen el ejercicio de gobernar”.
El religioso también contó que a finales de los ’80 surgió el MCI, Movimiento Cristiano Independiente, que “tuvo un auge, un empuje muy importante en la primera participación de cristianos en la política”.
Tras remarcar que la postura de la Iglesia Evangélica es “siempre orar por quienes nos gobiernan”, apuntó que tiene un fuerte vínculo con el intendente José Luis Freyre: “Las iglesias evangélicas hemos tenido una relación creciente y muy importante, y no necesariamente en épocas en que se requería el voto, sino que siempre ha habido de parte de la Municipalidad un acercamiento y una tarea continua con todas las iglesias evangélicas, y creemos que con el intendente electo (Leonel Chiarella) va a ocurrir lo mismo”.
Para terminar el pastor marcó que “el hecho del acompañamiento no necesariamente significa que uno esté compartiendo todas las decisiones que se pueden llegar a tomar. Aún dentro de las iglesias evangélicas la manera de funcionar es muy diversa, porque generalmente tienen sus denominaciones y un lineamiento de pensamiento en cuanto a algunos temas, que no siempre son coincidentes. Hay libertad, un libre albedrío, para decidir apoyar ciertas cuestiones”.
