El Partido Justicialista de Venado Tuerto inició un proceso de unidad que derivó en la definición de una lista encabezada por Luis “Lucho” Sacco, exdirigente del sindicato de la carne y un militante de larga trayectoria en la ciudad. Para alcanzar ese objetivo, otro de los históricos, Víctor Ubaltón, referente del gremio bancario, decidió dejar de lado su candidatura y apostar por el proyecto de unificación partidaria.
“Yo vengo militando con Víctor Ubaltón desde el ’85, y casi siempre en los mismos espacios. A mí me agradó
muchísimo su actitud, porque sé que con él puedo contar, puedo trabajar, somos una unidad en la tarea militante. Siempre es bueno estar rodeado. Cuando me ofrecieron encabezar esta lista, no es que puse condiciones, pero dije que quería estar con compañeros que venía trabajando hace muchos años. Yo venía militando últimamente en Carta Abierta. Cuando volvía a la militancia, porque había tenido un impasse. Los ’90 fueron duros para todos, estaba un poco retirado de la actividad política, pero lo que ocurrió con el conflicto con las patronales del campo a mí me devuelve. Me acerqué tímidamente invitado por Miguel Savage y Mónica Boladeras al espacio que recién se iniciaba, eso me llevó a volver, pero no al partido. Hasta hace cuatro años, me incorporé y retomé el contacto con los compañeros y ver cuáles son las necesidades que están apareciendo”, repasa el nuevo conductor del peronismo local.
Desde el espacio alineado con el intendente, José Freyre, se brindó un apoyo inmediato a la candidatura de Lucho Sacco. Fue el propio Germán Mastri uno de los que la propuso: “yo siempre he discutido mucho con la conducción más notoria del peronismo venadense. Creo que en la política hay que replantear y charlar un montón de cosas que quedaron asentadas como verdades absolutas, y se nos exige volver a discutirlas, especialmente después de una derrota electoral. Con Germán tuve muchas discusiones a lo largo de estos años. Llevar adelante el Partido Justicialista es complicado, más cuando uno tiene una función de gestión. Que haya compañeros que no estén en la gestión ahora me parece que es importante”.
El justicialismo que viene
El futuro del Partido Justicialista es uno de los temas centrales en la recomposición del escenario política nacional y, sus consecuencias, llegan y se extienden en los planos provincial, departamental y local. El horizonte delimitado tiene a la unidad como un factor decisivo y ua condición para la búsqueda de nuevas formas de hacer e interpelar a la comunidad: “un partido que discuta, que no le tenga miedo a eso, que se posicione y que cree. Un partido vivo, a veces con la oposición y a veces con los propios compañeros que están en la gestión. Sin olvidarnos que dentro de un año empezaremos a conversar cuales son los próximos candidatos, y queremos que eso se discuta dentro del partido. Sabemos que hay una cuestión que tiene que ver con los votos, el líder del peronismo es José Freyre, y queremos estar en una mesa para discutir con él, con los concejales”, dice Sacco.
El rol de la política, tanto en la gestión como en las agrupaciones y los partidos, vuelve a ser objeto de discusión. Ante la propuesta despolitizadora del gobierno nacional, que recorta derechos y deslegitima la posibilidad de reclamo y defensa, desde el peronismo se propone avanzar en la renovación de la política, tender nuevos lazos: “el Estado presente y en la gestión tiene un montón de experiencias sobre las que hay que trabajar. Sino aparecen estas discusiones, como lo de Chiarella hablando de seguridad. Los partidos, tanto el justicialista como los otros, tienen que formar un paraguas para que algunos temas sean política de estado. En seguridad no se puede hablar alegremente para ganar un voto. La palabra novedad es una palabra esencial de la modernidad. Yo veo en los concejales la necesidad de ser novedosos todas las semanas”.
Unir la tropa
El peronismo es heterogéneo. Hacia dentro conviven múltiples corrientes, organizaciones y estructuras. La comunión de todos esos espacios es el gran desafío que se presenta hacia adelante: “queremos conversar con todos y hacer tareas, porque en la medida de ir caminando y discutiendo temas, nos ayuda a juntarnos. Con Balzaretti nos quedó una conversación pendiente. Me habían comentado que Franco quería ser parte con el Frente Renovador. Yo vengo de la Corriente Nacional de la Militancia, como también teníamos un grupo de jóvenes, que es la JP Lealtad, queríamos juntarnos a conversar. Después los tiempos se aceleraron y pasó. Hay que ver sobre qué temas quiere conversar, pero sí la decisión es hablar con todos los sectores. Tenemos que fortalecer la presencia del movimiento obrero dentro del peronismo. Hay que discutir los 12 años de gobierno de Néstor y Cristina, cómo lo ven, lo sienten, los compañeros que fueron críticos. Por eso todos los sábados a la mañana hacemos un plenario que lo llamamos ‘Todas las veces peronistas’”, dice.
El lugar ocupado por dirigentes que iniciaron su militancia y carrera política en las filas del Partido Justicialista y lentamente se fueron desplazando hacia posiciones que llegan a contradecir los principios fundamentales del peronismo, es uno de los puntos de mayor tensión. La figura de Liliana Rostom, que después de su acercamiento con el Pro y su vinculación a sectores tradicionalmente antagónicos al peronismo, rompió sus alianzas y tomó una posición autónomo y moderadamente crítica respecto al frente Cambiemos, es distinta a la de Ricardo Spinozzi, quien abandonó toda consideración por las banderas justicialistas y se encolumnó como uno de los dirigentes más destacados del Pro.
“Mi obligación es hacer respetar la carta orgánica del partido. Ahí hay cuestiones para analizar las conductas de cada compañero. Hay temas que quedan en el pasado, estoy dispuesto a plantear que el tribunal de ética del partido evalúe la conducta de Ricardo Spinozzi, que es algo que quedó sin resolver. En el mismo sentido hay que evaluar la conducta de los otros compañeros”, concluye Sacco.
