Los primeros tres meses de gobierno de Mauricio Macri acentuaron el marco de polarización que supuestamente venían a saldar. La fuerte impronta que dio a su gestión desde el principio provocó alineamientos cerrados y oposiciones firmes.
Dentro del periodismo, también se reorganizaron los apoyos y los enfrentamientos. Los que hasta el 10 de diciembre se embanderaban como periodistas profesionales e independientes, pasaron a asumir sus funcion
es militantes, en muchos casos, sin casi disimulos. Algunos de los otros, antes estigmatizados como oficialistas, fueron limpiados de la escena y se sumaron a las listas de despedidos, o padecieron las censuras y persecuciones que bien pronto se articularon para consolidar un blindaje mediático al presidente que se hace evidente en el fin de su uniformidad. La irrupción del caso de los “papeles de Panamá” es una seña del final del cerco. Hacia adentro también hay disputas.
En Venado Tuerto, el diario El Informe respaldó la candidatura de Mauricio Macri y se sumó con tonos elogiosos a sus primeros pasos de gobierno. Tradicionalmente ligado a los sectores vinculados a la agroexportación, recibió con entusiasmo las medidas flexibilizadoras y desreguladoras del gobierno. Juan Franco es la voz analítica del diario, el encargado de descargar desde una perspectiva local los debates nacionales.
“Algunas cosas me están sorprendiendo, pero creo que ratifican lo que plantee al principio, en sentido de que Cambiemos está lejos de ser aquella derecha recalcitrante que fue el Pro en sus comienzos, donde incluso hasta convocaba algunos nostálgicos de la dictadura. Esta fuerza fue evolucionando y ya se parece mucho más a cualquiera de las centroderechas que alternan con fuerzas de centroizquierda en algunas democracias europeas. Me parece que es una fuerza mucho más previsible y que mete mucho menos miedo, más allá que desde el kirchnerismo se intente una demonización”, afirma en relación al shock implementado.
La quita de subsidios y el rebote de los precios que generó es uno de los asuntos más complicados por los que tuvo que atravesar Macri en estos primeros meses. Desde todos los medios afines se intentó poner el foco en la cuestión cultural, como si los consumidores fueran los responsables por su derroche, o desviar la atención a pesadas herencias basadas en un despilfarro de recursos orientados, en realidad, a garantizar servicios públicos accesibles a toda la población. “Es un tarifazo y acá si me parece que tendría que haber existido un gradualismo o por lo menos una atención a las cuestiones sociales y al impacto en la industria, porque eso va a repercutir en los precios y puede retroalimentar la inflación. El gobierno no lo previó en la medida de lo necesario. Pero hay que tener en cuenta de dónde venimos, que es de una infraestructura que el gobierno anterior no le prestó atención, con precios atrasados”, explica Franco.
La censura, el silenciamiento y el blindaje mediático no parecen ser grandes preocupaciones. La sistemática acumulación de causas de corrupción y de errores de movimientos hace difícil mantener ese clima de conformidad con el desenvolvimiento presidencial.
Sin embargo, el periodista de El Informe confía en la prudencia de los gestores técnicos a cargo del gobierno: “ha logrado un nivel de gobernabilidad y estabilidad en el plano político que me parece que era una duda para la gran mayoría. Creo que arrancó bien, más allá de algunas cuestiones como el nombramiento de los jueces o los decretos, que pasado el tiempo empezó a equilibrarse y creo que se han dado algunas cuestiones muy positivas como el arreglo de la deuda externa en el Congreso, la normalización del diálogo con la prensa, retomar el diálogo político, bajar ese excesivo protagonismo presidencial que encarnaba Cristina, con esas dosis de personalismo, soberbia, casi monárquica. Retomar algunas relaciones internacionales más allá de Venezuela, Rusia y China”.
