Se entregaron 6 viviendas sociales en la localidad de María Teresa. Estas forman parte del programa de 12 viviendas que la comuna local está desarrollando mediante un sistema de financiamiento poco frecuente en la región. Los recursos para la construcción se obtienen mediante una suerte de crédito otorgado por la provincia, comprometiendo la coparticipación a modo de garantía; y otorgándole a los beneficiarios enormes facilidades para ir restituyendo el dinero al estado comunal.
María Cristina Gómez, presidenta comunal de María Teresa, destacó que “los beneficiarios son personas que no tienen acceso al crédito porque no tienen recibo de sueldo” y, por lo general “ni para el estado nacional, ni para el provincial; son sujetos a ser tenidos en cuenta en materia habitacional”.
Profundamente emocionada Gómez reivindicó cada una de las historias detrás de estas viviendas que, de manera osada, la comuna local se lanzó a desarrollar ante las dificultades que presentan los programas habitacionales de otros estamentos del estado.
“¿Cómo no me va a emocionar que Gladys concrete su derecho a una vivienda digna aunque no tenga recibo de sueldo, y que nosotros como comuna lo hayamos hecho posible?”, se preguntó Gómez. Y señaló que al momento de realizarse la selección de los casos que formarían parte de este programa de 12 viviendas sociales (“elección que no fue sencilla”, según indicó), “Gladys estaba casada y era madre de 7 hijos. Ahora es viuda y se fue a vivir con tres de los hijos, porque los otros se casaron o formaron su familia. Toda su vida Gladys vivió en una vivienda prestada. Hoy va a poder terminar de criar a tres de sus hijos en su propia casa”. María Cristina Gómez repasó también la historia de Pablo, que es padre y está criando solo a sus hijos: “hoy tiene un hogar donde vivir con su hija y con su hijo”. O el caso “de Luis Miguel con su esposa, que alquilaban hace mucho tiempo, y hoy tienen la alegría de tener una casa propia”.
Las viviendas fueron construidas con un aporte inicial reintegrable del gobierno provincial y un importante desembolso de la Comuna local. Para las 6 primeras viviendas la provincia aportó $600.000, de los cuales la Comuna ya devolvió $240.000. Para culminar la obra desde la gestión comunal debieron aportar más de $750.000.
Un párrafo aparte dedicó la Dra María Cristina Gómez, al caso de Mimí. “Mimí es una mujer que ahora está sola con su hija. La tiene estudiando. El día de entrega de las viviendas, en el discurso que dio en representación de los demás beneficiarios, Mimí dijo que ‘hacía 36 años que esperaba una vivienda’, y ‘que en esos techos, en lugar de cobijar a sus hijos, ahora va a tener un lugar para recibir a sus nietos’. Ese discurso nos interpela como dirigentes. Treinta y seis años y fuimos nosotros desde la comuna los que le pudimos cumplir su sueño”, se planteó Gómez. Agregando: “por ello reivindico esta decisión que tomamos desde la comuna de afectar nuestra coparticipación para desarrollar estas obras que realmente le cambian la vida a vecinos que lo necesitan. Aunque nos critiquen por esto, aunque algunos no lo entiendan y lo quieran terminar”; agregó.
Gómez repasó cada historia. Haciendo foco en que “hay muchos vecinos de María Teresa que también merecen y necesitan que el estado los ayude como a estos casos. Por eso hay que seguir con esto”. En su relato la mandataria mencionó el caso de Domingo y Silvina. “Ellos vivían con la suegra, el cuñado y la abuela. En una misma habitación dormían 7 personas de esas 3 familias: la abuela que era la dueña de la casa, la mamá de Silvina con su hijo; y Silvina con Domingo y Lázaro, que son los tres que van a vivir en la nueva vivienda”. “Hoy mis queridos Domingo y Silvina tienen un hogar propio. Y esto le cambia la vida a 7 personas que hoy van a vivir mucho mejor en estas condiciones”, destacó.
La presidenta comunal de María Teresa también posó su mirada en el caso de Luciano y Giuliana, que tienen tres niñas. “Si bien esta vivienda consta de una sola habitación, o sea que siguen viviendo bastante apretados; hoy están en un espacio que es de ellos. Pagan una cuota muy accesible y tienen toda la posibilidad de hacerse la otra habitación”, señaló.
María Teresa cuenta con un RUIP de 325 vecinos aproximadamente. Familias que necesitan una solución a su falta de vivienda. “Yo sé que 6 viviendas son una aguja en un pajar, pero para nosotros una vivienda ya es muy importante, porque una solución habitacional es una familia que recupera la dignidad, proyectando sus sueños y planificando el futuro. Nuestro compromiso es a seguir siendo creativos, a seguir avanzando de a apoco y como podamos”, concluyó Gómez.
