En medio de las denuncias de corrupción contra todo lo que tenga que ver con el kirchnerismo, con fuerte fogoneo de los principales medios masivos de comunicación, otras noticias que salpican al gobierno de Mauricio Macri pasan desapercibidas.
En este punto el ex concejal venadense, Roberto Meier, cuestionó con dureza la mirada tuerta de la justicia argentina y comentó a PUEBLO Regional los negocios del actual Presidente de la Nación en tierras santafesinas, más precisamente cuando administró el peaje de la ruta nacional 33.
“Yo pongo en contraposición lo que está pasando con estos juicios con lo que sucedió con la ruta 33. Se contrató para hacer la autopista en el año 1993, y durante diez años el contratista fue Mauricio Macri y no hizo ni un metro. Además, en el año 2003 se venció la concesión a Macri, entonces nos llamaron a una reunión en Casilda a todos los pueblos ligados con la ruta, y el entonces vicedirector de Vialidad Nacional nos propuso cuál era el precio que nos iba a pagar la nueva concesionaria a los municipios y a los bomberos. Ahí nos dimos cuenta que durante diez años eso lo había estado cobrando Macri y no nos dio ni un peso”, detalló el ex concejal.
Ese monto de dinero es el que se destina a municipios y bomberos de cada localidad para actuar en caso de algún accidente en la arteria nacional y que siempre se había hecho en forma gratuita por desconocer que la concesionaria era la que debía pagar por ese servicio. Como dato aleatorio Meier informó que durante los diez años que tuvo la concesión Macri tampoco pagó el Derecho de Registro e Inspección, “es decir que nos debe mil dólares a cada venadense. Mientras eso ocurre con Macri, están poniendo en tela de juicio algo que está absolutamente controlado”.
El negocio para Macri durante esos diez años de concesión del peaje, con promesa de comenzar a construir la autopista, era el siguiente: Dos tercios de los ingresos por cobro de peaje debían ser destinados a la obra y el tercio restante para el mantenimiento de la traza existente. En diez años no se realizó ni un metro de autopista y tampoco se les pagó a los pueblos y bomberos que prestaban servicios en casos de accidentes.
Según recordó Meier, cuando se le reclamó a la empresa del ahora Presidente por varios millones de pesos que adeudaba, “mandaron un documento diciendo que les había ido mal y que por eso no pagaban”, apuntó el ex legislador.
El ex edil también cargó las tintas contra el juez federal Claudio Bonadío: “Bonadío era el viceministro del Interior cuando fue el atentado a la AMIA. Bonadío tendría que estar preso por el atentado a la AMIA, porque después fue corroborado que le dieron 400 mil dólares a Telleldín para que hiciera una exposición falsa. Ahora es un operador político, no es un juez”.
Pablo C. Salinas
