Los clubes son uno de los actores sociales más perjudicados con los tarifazos. Los efectos de las medidas económicas pusieron en riesgo las actividades que se desarrollan en las instituciones y que significan una posibilidad de desarrollo deportivo y social para cientos de pibes de la ciudad. En el caso del club Defensores de Talleres, hay más de 200 jugadores de fútbol en las distintas categorías. Además, hace un tiempo, agregaron hockey femenino. Las posibilidades de expandir las actividades se vio seriamente limitada en los últimos meses. Ahora la prioridad es mantenerse.
“La verdad que lo estamos tratando con mucha unión para llevar el tema adelante, porque los clubes se mantienen de acuerdo a los que lo manejan. La dirigencia tiene mucha responsabilidad y es la que tiene que poner la cara. Antes pagamos la mitad, ahora estamos en 10 mil pesos con las torres de luz. La mayoría acá no vive del fútbol, lo hace por amor al club, y los horarios que se utilizan son nocturnos”, dice el presidente de la institución, Lucas Zucarella.
El financiamiento para llevar adelante las actividades es una tarea de exploración. Cada partido, el club debe desembolsar más de 10 mil pesos. “Directamente lo que intentamos hacer es buscar alternativas, organizamos fiestas, nos movemos políticamente. El club es uno de los pocos que tiene todos los papeles al día. Eso creo que nos puede ayudar”, comenta Zucarella. Respecto a la posibilidad de lograr una asistencia estable para los clubes y evitar su dependencia de la voluntad de los legisladores, agrega: “los clubes tienen que tener un mantenimiento desde la política, para que realmente se lo valore y se pueda sostener. Hay algunos clubes que están con muchos problemas, deudas con la policía, con árbitros, dificultades para pagar los gastos. Hay que darles una mano. No se le puede cobrar a todo el mundo la entrada, porque se le hace imposible pagarlo todos los fines de semana”.
