En el marco del recorte anunciado para las bibliotecas populares, Silvia Vega, la presidenta de la histórica biblioteca Florentino Ameghino, expresó en diálogo con PUEBLO Regional que son “varias las bibliotecas que no recibieron el subsidio de Conabip”. Y apuntó que “siempre llegaban a principios de mes, para conectividad, para proyectos, para preservación de patrimonio”. En este caso, los fondos que no se enviaron son los que se utilizan para cubrir los gastos corrientes. “Hace dos años que no nos aumentan los subsidios”, afirma.
El recorte de 40% que estableció el gobierno nacional comprende el año próximo. “A nosotros ya nos complica no recibir lo de este año, para el año que viene vamos a estar mucho más complicados”, desliza, y asegura que la única posibilidad de que las bibliotecas no se cierren es por el trabajo de sus integrantes: “uno pone muchas horas, hay mucha gente trabajando para mantener lo que le brindamos a la comunidad, con todas las actividades gratuitas. Pero con los socios, los alquileres de sala, la venta de pizzas, casi no llegamos”, subraya.
En cuanto a la importancia de la “Biblio”, una entidad emblemática en la cultura venadense, Vega indica que “hay muchas actividades, podés ir a karate, aprender a trabajar, no necesariamente es para leer”. Y recupera las recorridas que hacen las escuelas, donde los chicos toman contacto con los libros y participan de un espacio diferente. “Hay muchos espacios que podemos alquilar y hay mucha gente trabajando, hacemos notas a nuestros legisladores, estamos sumando para que no tengamos que cerrar”, detalla Vega. Durante la gestión del anterior gobierno, los fondos llegaban a principios de año, lo que permitía “organizarnos mucho mejor”, dice Vega.
“Nosotros intentamos que los niños aprendan el valor del niño. A las presentaciones va mucha gente, también a las peñas. La gente conoce la biblioteca, la usa y la aprovecha. Pero un subsidio siempre va a ser mejor para seguir creciendo, es un edificio centenario y hay que matenerlo. Este año venimos al día a día, estamos muy condicionados para proyectar actividades”, aclara.
A parte de su función en la “Biblio”, Vega forma parte del equipo del comedor Mimarte. Emocionada por la situación angustiosa que se vive en la ciudad como efecto de las políticas públicas del gobierno nacional, marca: “la reducción no se entiende, porque nosotros facilitamos que haya mayor acceso a la educación, que es lo que puede salvar a los chicos. Nosotros trabajamos mucho para cambiar un montón de cosas. Yo también estoy en un comedor, en donde además de la merienda, le damos talleres, apoyo escolar, tratamos de darles otras posibilidades. Ellos hacen juguetes, que son para ellos, pero también para regalarle a otros chicos”.
