Aunque resulte difícil de creer al gravísimo error cometido por las autoridades de la Alcaidía de Melincué (dependiente de la Policía de la Provincia de Santa Fe) de otorgar la libertad a una persona que no debía ser liberada; se le sumó que, una vez detectado el error, le avisaron al reo que se presentara en una Comisaría en lugar de buscarlo y capturarlo. Facundo Castillo es la persona que fue condenada en el año 2013 por el homicidio de Gastón Teglia, un comerciante de Venado Tuerto cuya muerte conmocionó a la ciudad. Castillo fue condenado a 17 años de prisión efectiva y transita su presidio en la Alcaidía de Melincué. Pero el viernes pasado Castillo recobró su libertad cuando por error, los efectivos de la Policía de Santa Fe le otorgaron la libertad luego de haber recibido una comunicación del Juzgado de Ejecución Penal de Rosario, en el que se informaba la absolución de Castillo pero en otra causa que tramitaba en su contra. Castillo fué liberado el viernes a las 13:00hs. Llegó a Venado Tuerto a las 16:00. Según manifestó a PUEBLO Regional su padre, «estuvo todo el día en casa. Comimos con sus hermanos, con mi ex mujer y con mis hermanos (sus tíos) y sus primos. Estuvo con su novia. El sábado a la mañana anduvo por el barrio y se fue a la casa de su novia; y ahí la llaman a mi ex mujer (la mamá de Facundo Castillo) y le dicen ‘que Facundo fuera a la Comisaría 14 que un psicólogo quería hablar con él'», señala Castillo. Agregando «nosotros ya sospechamos que algo raro había pero lo acompañamos a la Comisaría 14 con su mamá, su hermano y yo. Ahí nos dijeron que el psicólogo estaba en Melincué y que tenía que ir para allá. Ahí nos convencimos de que algo había sucedido». Los abogados defensores de Facundo Castillo habían presentado el jueves anterior (13 de agosto) distintos escritos que pretendían se reviera la sentencia por 17 años de prisión efectiva que existe contra él. De allí que para la familia, la intempestiva medida que le otorgaba la libertad respondía a esos requerimientos. «Yo mismo lo acompañé a Facundo hasta la Alcaidía de Melincué», dice el padre de Castillo. Agregando «quiero que quede claro que mi hijo no se escapó, ni pensó en escaparse; él se presentó ante la policía porque era lo que correspondía. Nadie lo vino a buscar ni lo recapturó. Aquí hubo un error. No hubo mala voluntad de nadie».
