El boxeo en su etapa final, es decir, cuando en el ring sólo queda uno contra uno y un mediador con moñito, pantalones largos y camisa, tiene sus intimidades. Una de esas particularidades narró el manager de Elías “El Macho” Araujo, Paul Citraro a PUEBLO Regional para demostrar que hay que tener un temple muy especial para sobreponerse a los malos momentos cuando los límites son las cuerdas de un ring side.
“El 23 de diciembre de 2016 en Vera, en un estadio con 5 mil personas, era un caldero que parecía Manila, cuando pelearon (Joe) Frazier y (Muhamad) Alí. El espectro era hermoso, era un sudor colectivo y fue una pelea que Elías si no empató, perdió, con un rival muy bueno que hizo un buen planteo (Miguel “Zurdo” Acosta)”, detalló Citraro para poner en contexto la anécdota.
“En el tercer round Elías estaba con la presión baja y no podía retener la orina, así que se orinó encima. Cuando pasé el trapo en el rincón noté que estaba caliente y pensé ‘qué bárbaro como suda este pibe’, pero se estaba orinando encima por un golpe en el hígado, y salió a pelear con el doble de actitud”, relató el manager destacando el temple de Araujo.
En este sentido, opinó que “la gente puede haber visto que la pelea fue pareja o perdida, lo que nadie sabe es que sufrió un golpe en el hígado del cual es muy difícil reponerse y sólo un pibe con su preparación puede recuperarse y salir a doblegar la pelea con una actitud impresionante”.
En un análisis, casi “filosófico”, Citraro aseguró que “la derrota es buena, porque es una marca donde hay que prestar atención, y todos los grandes han perdido, es inevitable. Una mala noche, un descuido, una distracción de segundos, un capricho del tiempo. El boxeo tiene mucho de distancia y tiempo”, describió Citraro. Y siguió con su razonamiento: “A Elías le faltan dos o tres años de mucho trabajo de fundamentos, de naturalizar el boxeo, para que el boxeo no sea lo que la gente cree que es dos tipos pegándose trompadas, sino una cuestión de equilibrios, distancias, estrategias. Es una suerte de ajedrez humano, es sentir la forma de dominio hacia el otro a través de desplazamientos. Los golpes son parte del asunto, pero el que cree que el boxeo es pegar está equivocado, el boxeo es el arte de no dejarse pegar”.
Elías “El Macho” Araujo peleará por el título Argentino de los Ligeros el próximo viernes 9 de febrero, en el Estadio Olimpia, enfrentando a Javier Clavero actual portador de la corona. El festival boxístico, que incluye una serie de contiendas desde amateurs, hasta boxeo femenino, con la pelea Clavero-Araujo de fondo dará comienzo a las 21.
