Ayelén tiene 15 años y padece una parálisis cerebral espástica adquirida por hipoxia no neurodegenerativa. Hace 9 meses que está cuadriparésica. Luego de 7 meses de internación, donde pasó por infecciones varias, covid, coma, terapia con respirador y mucho dolor, la adolescente se encuentra en su casa al cuidado de su mamá y sus hermanas. En China, Ayelén fue admitida como paciente para un tratamiento con células madre en el mes de Junio. La familia necesita 50.000 dólares para viajar.

En Argentina, los médicos presentan su caso como irreversible. En China, Ayelén fue admitida como paciente para un tratamiento con células madre en el mes de Junio.

Su estado es cada vez más desesperante. Tiene un botón gástrico y una traqueotomía, por momentos se conecta, pero la medicación que necesita para atenuar su dolor, la mantiene inconsciente gran parte del día. Cuando se despierta, es la desesperación de todos y de ella ver que solo puede hacer algunos pocos gestos y lágrimas en su rostro.

Angélica Ledesma, la madre de Ayelén dialogó con Geraldine Brezán contó que el 19 de marzo de este año la adolescente quiso quitarse la vida y estuvo media hora colgada. «Yo le hice RCP, mi hija de 11 años la encontró, me costó bajarla. Ella no tenía pulso, ni siquiera respiraba. Yo pensé que no iba a sobrevivir. No se cuanto tiempo estuvo así, para trasladarla – varias cuadras al hospital Iturraspe- me ayudó la policía. La internaron, estuvo 20 días en terapia intensiva y los médicos me decían que no iba a sobrevivir. Estuvo internada 7 meses, tuvo nefritis, covid, neumonía y vivió. Meses con fiebre, taquicardia, sufrió mucho, no hubo un día que yo no le pidiera a Dios de rodillas por ella. Sufrió hipertensión por meses y no dormía, pero fue evolucionando, estuvo estable y la pude traer a mi casa en un lugar acondicionado gracias a la obra social».

Angélica se contactó con una mamá que accedió a un tratamiento en China para una hija suya que sobrevivió » de modo casi milagroso» y le facilitó el contacto de un médico chino que atiende en Buenos Aires. A Ayelén, la resonancia magnética le dio resultados normales pero tiene una paralasis cerebral. Ella tiene secuelas de falta de oxígeno. La parálisis de ella no es evolutiva, no avanza . Los músculos están afectados. Ella no tuvo paros cardiacos ni convulsiones.
«Yo la extraño porque no escucho su voz y pienso que va a ser de su vida, lleva 10 meses en la cama. Yo la muevo, con mis otras dos hijas la ayudamos. Nuestra vida es un infierno, no sabemos si va a vivir. Yo daría mi vida para cambiar la de mi hija», expresó la entrevistada muy emocionada. la mujer es enfermera y cría a sus tres hijas con mucho sacrificio y gracias a la solidaridad de las personas que colaboran desinteresadamente.