La crisis económica también golpea a los círculos de profesionales universitarios, tal el caso de los arquitectos, que han sufrido una importante caída en la cantidad de expedientes tramitados.
“Entre el año pasado, que no fue bueno, y éste, debemos tener un 20 por ciento menos de expedientes que se presentaron en el Colegio de Arquitectos”, graficó el presidente de la institución, Juan Pablo Monti.
Para poner en cifras la merma que se está sufriendo en el sector, el profesional indicó que “el año pasado, en promedio, los arquitectos del departamento General López no llegaron a dos expedientes por matriculado. Un arquitecto necesita más de un expediente por mes para vivir, y esto implica que tengamos que trabajar de otra cosa y la arquitectura sea una actividad paralela o secundaria, porque evidentemente no se puede vivir de la profesión”.
Monti precisó que en Venado Tuerto hay poco menos de 200 matriculados habilitados, con cinco o seis estudios de arquitectura medianos a grandes, y otros 15 o 20 profesionales que trabajan medianamente bien, y el resto tiene que compensar la profesión con alguna otra actividad.
En este marco, el arquitecto recordó que con los planes Procrear durante el gobierno de Cristina Fernández, había muchas construcciones de pocos metros que daban trabajo a una importante cantidad de profesionales. “Durante la época del Procrear había muchos expedientes, de pocos metros, y muchos profesionales trabajando. Entonces cuando revisabas los expedientes veías que gran parte de la matrícula de profesionales trabajaba. Lo que estaba ocurriendo hasta hace ocho o seis meses era que había mucha menor cantidad de expedientes, pero con más metros cuadrados. Ahora la industria de la construcción la mueven los inversores, que construyen para vender o rentar”, graficó el profesional.
Al igual que los arquitectos, los albañiles y maestros mayores de obra sufrieron este cambio de paradigma en la construcción. Con los planes Procrear previos al macrismo la mayoría de las obras eran para viviendas familiares, con lo cual las contrataciones eran más diversificadas y abarcaba a trabajadores de distintos gremios. Con el nuevo modelo las inversiones son empresariales, para grandes edificaciones y las contrataciones son entre grupos empresarios.
