“La Esmeralda del Sur” se resiste a reconocer que el hambre golpea sus puertas. Aunque las interminables colas frente a la Subsecretaría de Políticas Sociosanitarias son una postal repetida desde hace un par de años y volvieron al microcentro las personas pidiendo limosna, gran parte de la sociedad prefiere seguir mirando para el costado mientras da la vuelta del perro.
La subsecretaria de Políticas Sociosanitarias, Silvia Ugolini, planteó a PUEBLO Regional que “hay una necesidad y eso se ve reflejado en la demanda que tiene la gente. Hay una gran necesidad de un tipo de ayuda. Estamos atravesando una crisis muy importante y el Estado está cumpliendo su función de acompañar y sostener a estas familias”.
La funcionaria detalló que la Subsecretaría cuenta con tres trabajadoras sociales y dos asistentes en las oficinas centrales, y en cada uno de los 11 centros barriales hay un trabajador social, un psicólogo y un equipo interdisciplinario para acompañar la demanda.
“Las consultas que nosotros tenemos en los centros se han duplicado y hasta triplicado, y esto incluye tanto la demanda social como la de salud. La pérdida de la obra social, la falta de cobertura para medicamentos, son cada vez más notorias”, alegó Ugolini.
Sobre su experiencia personal en el área, describió que ingresó a trabajar a la Municipalidad en 2011 y detalló: “Hubo tiempos maravillosos en Desarrollo Social donde uno proyectaba cosas y se cumplían porque teníamos el acompañamiento de Desarrollo Social de la Nación que era muy importante, entonces nosotros nos dedicábamos a hacer proyectos. Gestionábamos módulos 4×4 que eran una habitación con un baño, y desde Nación mandaban todos los materiales y la gente lo autoconstruía. O la gente que presentaba proyectos productivos, las herramientas llegaban desde Nación. Eso lo vi yo, no me lo contó nadie”.
Pablo C. Salinas
