Una de las acciones más resonantes que lanzó Firmat Futura fue la realización de un acuerdo con la cooperativa Cotar para poder vender leche a menores precios y así brindar una respuesta a las familias que no tienen para darles a sus hijos. Se trata de una experiencia que se llevó a cabo en Rosario y que desde el espacio que encabeza Franco Stampone replicaron en la ciudad con sumo éxito.
“Hay que convencer a los que forman parte de la cadena, desde la industria hasta los pequeños y grandes comerciantes o los distribuidores, que con este y con otros productos básicos, hay que hacer excepciones”, apunta el joven dirigente que obtuvo la victoria en la interna del frente Juntos.
De esa manera, lograron que la leche de un precio de góndola de 45 pesos se bajara a 33,30 pesos. Los primeros cinco mil litros duraron tres días y medio. Stampone dice que esto se intentará sostener más allá del resultado de las elecciones porque “es la comida de la gente” y se “buscará que sea un punto de partida para extenderlo a todos los comercios y poder dar el debate sobre la soberanía alimentaria y los mercados de proximidad, porque un Estado desregulado nunca va a ser favorable a los que menos tienen”. 
“La gente no le puede comprar la leche a los pibes, entonces empezamos a ver y buscar referencias, y vimos que Ciudad Futura había hecho un convenio con Cotar para tener un precio excepcional para vender en las calles. Fuimos a hablar y ellos nos plantearon que era excepcional porque no hacía falta gente y el sistema de comercialización era difícil de replicar, pero nosotros nos propusimos conseguirlo, y nos pusimos de acuerdo con el supermercado Beltrán que nos prestó toda su logística y sobre todo el volumen de compra”, sintetiza.
Sobre la experiencia, Stampone explicó que esta iniciativa nace para que “los pibes puedan tomar leche” y que “tiene que haber productos que estén regulados de otra manera, porque tienen otro grado de relevancia” por esa razón se necesita “el compromiso de todos los actores porque es un servicio a la comunidad”.
Firmat es la ciudad en donde está establecida Nestlé, una de las más grandes con operaciones en el país. “Esto forma parte de un problema global con la cartelización de la leche con conductas monopólicas que hace que la industria tambera esté siempre con zozobras, tiene que haber un trabajo de proximidad, porque es absolutamente viable la compra por parte de los Estados municipales de los productos”, indica.
En ese sentido, subraya que la ganancia tendrá que buscarse en los otros productos, no en la leche fluida, en donde el Estado debe intervenir con la instalación de máquinas sachetadoras u otras iniciativas similares para aproximar al productor y al consumidor, solucionando el abastecimiento y la formación de precios a toda la microregión. “Hay un tambo en Firmat que produce 2 mil litros por día, lo que consume la ciudad. Por eso podríamos pagarle mejor, darle sostenibilidad, generaríamos trabajo y llegaríamos con una lecha a góndola quizás a 30 pesos. Por eso hay que creer que los Municipios pueden trabajar en estas cosas y que no se limita a hacer solo pavimento o cambiar lamparitas LED”, finaliza.
