La muerte de otra trabajadora del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) por Covid actualizó el reclamo de uno los sectores más castigados por la pandemia. Profesionales de la Salud de Venado Tuerto se suman al reclamo y también piden se autoricen las licencias “estamos agotados”.
Semanas atrás desde Pueblo Regional charlamos con Paula Piccirili enfermera desde hace 15 años quien contó que durante la pandemia su labor se desarrolló dentro de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Alejandro Gutierrez.
“Esta pandemia nos afectó en nuestra forma de trabajar, ya desde los equipos de protección personal, que es muy difícil estar tanto tiempo con ellos porque empezás a sentir la falta de aire, tenés más conciencia en la circulación del virus dentro del hospital y dentro de cada unidad, en mi caso de terapia. Aumentás los cuidados antes de entrar a tu casa y ese miedo secreto de enfermarte, pero no por vos, sino por tu familia, ese miedo siempre esta.” Comentó Paula al tiempo que admitió “Más allá de todo, lo más reconfortante es saber que hacemos todo lo posible y más para que un paciente que ingresa a terapia o la sala covid, pueda volver a reencontrarse con su familia. Los agradecimientos que hemos recibido, las lágrimas”.
“El Estado santafesino tiene deudas de largo tiempo con el sector Enfermería y debe cumplir con estos reclamos” manifestó Paula.
El cortejo fúnebre de Miriam Soto, pasó por el centro médico rosarino donde sus familiares y gran cantidad de trabajadores le dieron el último adiós. Jorge Bitar, el director, resaltó su trayectoria y compañerismo. La mujer tenía 55 años, tres hijos y hacía 3 décadas que se desempeñaba en este nosocomio.
Vale recordar que en Venado Tuerto, 15 de octubre falleció por covid Eduardo Jose Luis Rodriguez, un enfermero del Sanatorio San Martín.
Desde ATE y los diferentes Colegios de Enfermeros de la Provincia solicitaron al gobernador Omar Perotti que se reglamente el artículo 25 que declara a la enfermería como una profesión de riesgo. El mismo establece que la enfermería es una profesión de riesgo y por ello impone vacaciones preventivas, que redundaría en mejoras en la jubilación y fundamentalmente en la provisión de elementos de protección para trabajar en áreas críticas.
