“Es la obra más importante de los últimos 70 años en todo el sur de la provincia”

(Lucas Paulinovich/ Pablo Tomás Almena, para PR) A finales del 2014, la Dirección Nacional de Vialidad daba el visto bueno al informe de una consulta pública realizada en Casilda; de esa forma, el proyecto para la autopista que conecte Rufino-Rosario sumaba un nuevo aval y se encaminaba a la culminación de los procesos formales para su realización. La taza quedó plenamente autorizada y el camino allanado.
“Esta autopista es de las máximas calidad, lo que significa que no va a haber cruces al mismo nivel, todos los cruces que pueda haber en el tramo Rufino-Rosario, van a estar todos a distinto nivel. Un vehículo puede circular a 130 kilómetros por hora sin ningún problema, no va a haber curvas cerradas. El estado de situación actual es que se están terminando los proyectos ejecutivos de la obra, que quiere decir tener para este año todos los pliegos totalmente terminados, para que solamente después con la decisión del nuevo gobierno se tome la medida para licitar las obras a las empresas constructoras”, comenta Ovidio Butani, coordinador de la Comisión Plan Autopistas de Vialidad Nacional, en conversación con el programa Dos en la Ciudad.
La larga discusión y el interminable recorrido que llevó la planificación de la obra, surcada por enfrentamientos políticos, desacuerdos, descoordinaciones y diversos altercados, la volvieron un objetivo difuso, que parecía irrealizable: una propuesta siempre agitada y promovida, siempre en el lugar del deseo y la proyección, pero nunca alcanzable en el plano de lo concreto y lo real. Finalmente, una decisión política impulsó la confirmación del financiamiento y, así, la obra puede avanzar. Una vez terminada la aprobación de los estudios y los pliegos correspondientes, se empezará a trabajar y a volver realidad este emprendimiento que viene a jugar un rol fundamental en la región sur de la provincia, y que afecta particularmente a Venado Tuerto, como a las demás localidades costeras de la ruta 33.
El contexto político, atravesado por las campañas electorales y cierta incertidumbre en torno a lo que pueda suceder después de diciembre, genera algunos interrogantes en relación al futuro del emprendimiento. Butani, pese a los rumores, es optimista: “para nosotros no va a haber ningún inconveniente, está muy instalado a nivel provincial y nacional, está muy avanzado, y vamos a seguir gestionando para que la obra se lleve a cabo, y está muy justificado, porque por este corredor de la 33 pasan el 70% de la producción de granos hacia los puertos de Rosario. Es de una importancia tal de que el gobierno que le toque dirigir los destinos, no va a poder hacer los oídos sordos a esta necesidad del sur de Santa Fe”.
El avance del proyecto vuelve difícil pensar en una suspensión en caso de un recambio en la Casa Rosada que altere las políticas de inversión pública llevadas adelante por el gobierno actual. Es demasiado costoso volver para atrás lo ya transitado. “Es un avance muy importante tener todos los planos y pliegos listos, para cuando se llame a la licitación, ya está listo todo el trabajo realizado desde hace cuatro años, que incluye estudios técnicos, económicos y ambientales. Está el presupuesto nacional, a veces se cuestiona que no con las partidas correspondientes, pero el gobierno actual o el que entre, tiene la posibilidad de asignar las partidas necesarias a medida que se construyan las obras. En el proyecto ejecutivo tampoco estaban las partidas del presupuesto nacional, y se hizo una inversión prácticamente concluyendo de 18 millones de pesos”, afirma el gerente de Cooperación Mutual Patronal.
La dimensión de la obra y la importancia estratégica que tiene para la circulación en un territorio clave en la geografía nacional, consolidan el proceso como un hecho histórico. Se trata de un foco por el que transita la gran masa de cereales y productos hacia los puertos para la exportación, pero también un núcleo de altísimo riesgos y accidentes de tránsito, que desde hace un largo tiempo llama a una reforma y renovación. La infraestructura vial es una deuda pendiente del crecimiento argentino, y este emprendimiento viene a saldar algunas de esas cuentas.
“Es una obra de 250 kilómetros de autopista, es la más importante de los últimos 70 años en todo el sur de la provincia. La obra oscilará entre los 750 y 1000 millones de dólares, para que tomemos dimensión de la importancia de la obra de éstas características”, aclara Butani.
El rol del gobierno nacional, en esa línea, fue clave para la determinación política que implica llevar a cabo una obra de semejante magnitud y relevancia. Es una forma de utilizar los recursos del estado, una dirección impresa en el dinero recaudado y reconvertido en obras públicas: “nosotros estamos muy contentos de todos los aportes que hizo y está haciendo el gobierno nacional en Venado Tuerto, sobretodo en materia vial. La avenida Chapuys que se inauguró en el 2013, hizo una inversión de 14 millones de pesos. Lo que se está trabajando sobre la ruta 8 es una inversión de 38 millones de pesos. Se iluminó del cruce de las rutas hasta Base 1; se pavimentaron las banquinas de la calle Dimmer hasta el cruce; se puso el semáforo en Quintana y Ruta 8 para el ingreso de los micros a la terminal; y ahora se está realizando la intersección canalizada frente del Parque Industrial”, repasa el empresario.
La inversión del estado nacional marcó una presencia significativa en Venado Tuerto, aportando financiamiento para la realización de obras de infraestructuras claves en el tendido urbano. Son 45 millones de pesos los destinados a la pavimentación de la colectora de la ruta 33, desde Liniers hasta la avenida Chapuys; también se están realizando obras en el cruce de Santa Fe y la ruta, con una intersección canalizada, con garitas para los micros y un puente peatonal, con 1300 metros de vereda. En dos años y medio, desde el gobierno nacional bajaron alrededor de 95 millones de pesos para la concreción de estas obras. “Nosotros apoyamos al Municipio para que logre los objetivos de la gestión, porque es una necesidad el ensanchamiento de la avenida Santa Fe, pensando en el futuro inmediato, cuando se haga la autopista”, afirma.
En agosto de este año, la Cámara de Senadores de la Nación convirtió en ley el proyecto presentado por Omar Perotti que proponía la creación de aduanas en Rafaela y Venado Tuerto. La iniciativa estaba fechada en 2012, pero los tiempos legislativos retardaron su aprobación. De esa manera, la región contará con una sede que permitirá hacer más veloces y eficientes las operatorias de comercio exterior, agilizar la logística y prestaciones de servicios, y facilitar los trámites, lo que implica una cuota de comodidad para las pequeñas y medianas empresas asentadas en el departamento General López. Es, también, un paso hacia la federalización, acercando los puntos institucionales a los lugares donde se realizan las actividades.
“Hoy, desde el punto de vista operativo, que tiene que ver con la exportación e importación, lo que es el resguardo aduanero, ese resguardo se hace el 100 por ciento con personal establecido en Venado Tuerto, y dependemos de la aduana establecida en Villa Constitución. Con la aprobación de la ley, tenemos total independencia, o sea, que vamos a ser una aduana más en la provincia de Santa Fe”, comenta Ovidio Butani, gerente de Cooperación Seguros.
Las aduanas que se crearán en Venado Tuerto y Rafaela, dos puntos clave en el mapa productivo provincial, se sumarán a las otras cuatro ya existentes en Santa Fe, San Lorenzo, Villa Constitución y Rosario. “Toda la administración de lo que hoy cualquier gestión que se realice, la tenemos que canalizar vía Villa Constitución. En este caso, en Venado, además de incorporar mayor cantidad de personal, vamos a poder hacer el trámite directamente con la aduana nacional. Esto hace a la agilidad, a la calidad, a una mayor jerarquía, porque es la máxima”, comenta el empresario local.
El lugar físico donde quedará enclavada la aduana todavía no fue definido. Por ahora, apenas se superó la parte reglamentaria y se espera la publicación en el Boletín Oficial. La potencia exportadora de la región, y de la ciudad particularmente, queda afirmada con esta disposición: desde agosto de 2008 a la fecha, desde Venado Tuerto se exportaron 530 millones de dólares a 55 países, con un abanico de productos muy variados, que desmiente la supuesta especialización agropecuaria de la zona, y propone un perfil industrial muchas veces dejado de lado en la valorización de la actividad local: salen desde la ciudad al mundo repuesto para maquinaria agrícola, agroquímicos, amortiguadores, semirremolques, sinfines, ollas, equipos eléctricos, discos de acero, máquinas fumigadoras o repuestos.
La producción de la agroindustria, de esa forma, tiene en la región un punto de fuerza, ahora confirmado a través de una normativa nacional. “Además de los puestos de trabajo que se van a generar, esto nos integra al mundo, nos relaciona con todas las embajadas de todos los países, que hay alrededor de 70; con cancillería, con las representaciones que hay en otros países. Esa situación facilita una jerarquización regional, y eso es importante como argumento para traer el Tribunal Federal, por ejemplo. Nosotros tenemos un depósito fiscal de mercadería, que hay cualquier tipo de mercadería. Eso hace que todo aquello que se pueda importar, llegue a Venado Tuerto y desde acá se vaya nacionalizando”, describe Butani.
La aparición pública de Ovidio Butani como gestor de las tratativas que culminaron en la llegada de aduana, ligado al papel político que adoptaron referentes del Frente para la Victoria, como Omar Perotti o el propio intendente municipal, José Freyre, plantea un interrogante en relación a la larga caracterización que se hace de Cooperación Seguro vinculada al radicalismo regional. Butani, sin embargo, prefiere mantener las distancias con las estructuras partidarias y las disciplinas de la política: “nosotros trabajamos detrás de objetivos que tienen que ver con el desarrollo y el crecimiento económico de la ciudad y la región, sea con el radicalismo, socialismo o el kirchnerismo. No tenemos bandería política. Hoy en las tres obras que se hicieron en Venado Tuerto de vialidad, el gobierno nacional invirtió 95 millones de pesos, hasta julio del año que viene. Nosotros trabajamos muy cómodos con el gobierno municipal, y agradecemos que nos permita sumarnos. Después a lo mejor nos identifican de alguna u otra manera, pero no tenemos banderías, y está demostrado porque yo particularmente nunca participé en política. Soy un hacedor del sector privado”.