El gobierno de Miguel Lifschitz ya dispuso que los trabajadores provinciales no serán beneficiados con un bono de fin de año. Para la administración socialista, la situación económica mejoró y “la política salarial está cerrada”.
El ministro de Gobierno provincial Pablo Farías negó que un bono de fin de año sea necesario, y su argumento es que la inflación “está por debajo del 25 por ciento” en términos anuales.
Como se recordará, en 2016 Lifschitz aprobó que se otorgue un bono a los estatales cuyo monto fue de entre 2.000 y 3.000 pesos.
Farías opinó: “Estamos en una posición muy distinta a lo que ocurrió en 2016”. El funcionario agregó que el bono quedó descartado de plano porque “no hay ninguna situación que lo justifique”.
El ministro calculó la inflación de 2017 en un 19,4 por ciento, y rápidamente lo situó bajo la línea del 25 por ciento de incremento salarial pactado en las paritarias en marzo pasado.
Con respecto a los motivos por los cuales la administración provincial no repetirá el esquema de pagar un bono de fin de año, como en 201, Farías explicó que “hoy la situación es distinta, es bastante más tranquila. La inflación se ha morigerado en 2017, no estamos cerca de los niveles que teníamos en 2016″.
En caso de que el costo de vida llegue a superar esa cifra, el ministro se aferró a la cláusula gatillo: “Esa cláusula le garantiza a los trabajadores que cualquier incremento extra quede cubierto, con lo cual no pensamos en un bono o un adicional como fue el año pasado, que tuvo que ver con problemas inflacionarios realmente importante”.
Por si quedaran dudas acerca de que la decisión ya está tomada, Farías sentenció: “La política salarial está cerrada”.
Fuente: Redacción Rosario.
