Los representantes de los Estados nacional y provincial, la Municipalidad de Firmat y el gremio de los metalúrgicos mantuvieron ayer una reunión en la Delegación Rosario del Ministerio de Trabajo federal para analizar y encauzar hacia una solución el conflicto en la empresa Vassalli. Al mismo tiempo, los actuales accionistas de la firma estuvieron en el Ministerio de Producción nacional presentando a las autoridades un plan de acción, del cual no trascendieron detalles. Todas las partes se verán las caras el jueves en Buenos Aires, pero desde el Estado nacional ya se trazaron ayer dos ejes: uno es atender lo urgente con una asistencia inmediata que llegue directamente a los trabajadores a modo de paliativo ya que hace cinco meses que no cobran sus salarios, lo cual sería resuelto hoy. Y por otro, la viabilidad de la empresa, para lo cual contaría con una línea de financiamiento oficial federal pero con la condición excluyente de que los empresarios primero salden las deudas salariales.
La delegada Regional de la cartera laboral nacional, Verónica Solmi, ofició de anfitriona en la sede rosarina de Rioja y Sarmiento. Hasta allí concurrieron el ministro de Trabajo provincial, Julio Genesini; el secretario general de la UOM de Rosario, Antonio Donello, junto al abogado del gremio Pablo Cerra y el titular del sindicato en Firmat Diego Romero; y el intendente de Firmat, Leonel Maximino. A ellos se les sumó en un tramo de la reunión Miguel Carrara, abogado de Mariana Rossi Vassalli, nieta del fundador de la empresa que ahora reclama la devolución del paquete accionario a quienes ahora lo detentan.
«Estamos barajando el tema en dos fases —explicó Solmi a la salida de la reunión—. Por un lado un paliativo que les sirva a los trabajadores para afrontar esta situación. Hay que aclarar que el Estado nacional desde 2014 y hasta 2017 otorgó casi 24 millones de pesos a través del Repro (programa de Recuperación Productiva). Y llegamos a 2018 y vemos que no se usó de la manera que se debía utilizar».
Añadió que «en segundo lugar estamos trabajando en la conformación de esta mesa para dos cosas: una, este paliativo para los trabajadores a través de algún tipo de programa, y eso lo vamos a resolver mañana (por hoy). Estamos viendo cuál sería el mecanismo, porque los Repro ya no los podemos usar porque son para la empresa, y la verdad que en este momento tiene que llegar directamente a los trabajadores».
Además, Solmi planteó que «la situación más compleja es que se pague lo adeudado y que haya continuidad laboral. Para eso estamos conformando una mesa a nivel nacional el día jueves en Agroindustria y fundamentalmente con el Ministerio de Producción para ver los créditos y acciones disponibles para que la empresa pueda seguir funcionando».
«La idea es que se les pague a los trabajadores, que entre los accionistas, los concesionarios de la marca y los futuros o potenciales empresarios que quieran tomar la empresa se pongan de acuerdo con esta cuestión. El crédito o la ayuda va a salir, siempre y cuando se les pague a los trabajadores lo que se les debe y que eso sirva para que siga el giro comercial de la empresa», resumió tajante.
Desde el sindicato, Donello planteó que «la urgencia es el problema económico que están pasando nuestros compañeros, y lo segundo es cómo seguimos para que no cierre la fábrica, buscar interesados que quieran seguir adelante y ver cómo los actuales dueños ceden las acciones o buscamos que ellos las vendan a alguien que quiera seguir produciendo seriamente». Los actuales accionistas son cuatro concesionarios de la marca, a quien la nieta de Roque Vassalli les había cedido el paquete accionario. «La relación con los actuales accionistas está rota. La solución real sería que el Estado intervenga para poder encontrar una solución con un tercero», confió Donello.
Romero, de la UOM de Firmat, dijo que «Vassalli es parte nuestro y la tenemos que cuidar porque Firmat no absorbe más puestos de trabajo».
El intendente Maximino señaló que «hay una situación social que repercute en la comunidad no sólo desde el punto de vista económico, sino también en la situación de los operarios y sus familias». Y añadió que «día a día esto se agiganta, la incertidumbre, la ansiedad, y el malestar es mayor».
