El banco Credicoop cumple 40 años y el 29 de marzo lo celebrará con una fiesta en Rosario. Luis Ferrero, presidente de la entidad, conversó con PUEBLO Regional sobre la trayectoria de la única banca cooperativa que quedó en la Argentina. En ese sentido, recordó la transformación de las más de mil cajas de crédito durante la última dictadura cuando fueron obligadas a transformarse en bancos.
“Martínez de Hoz lo hace porque pensaba que no iban a durar nada. Se equivocaron en ese punto. La visión del Concejo que manejó los destinos del banco fue impecable. En la zona la historia es diferencia porque pasamos a ser el banco Argencoop y en el ’97 finalmente pasamos al Credicoop”, apunta.
El Credicoop tiene su origen con la fusión de 77 cajas de crédito de Buenos Aires. Ferrero comenzó en la caja de crédito CES (Carmen, Elortondo y Santa Isabel, con una sucursal también en María Teresa). Tras la presión de la dictadura, algunos bancos pasaron a ser sociedades anónimas y otros quebraron a partir de las crisis que azotaron la economía argentina a lo largo de los años. A Venado llega una sucursal del banco CES y posteriormente se convierte en Credicoop. “Muchos slogans que nos acompañaron resumen el ideario, como ‘el dinero de los argentinos en manos de los argentinos’”, señala el dirigente.
Por otro lado, Ferrero destaca que en todas las crisis nunca se hizo un ajuste de personal. “Hemos salido a hablar con la gente y las instituciones para buscar alternativas, volver a las bases y hablar con los socios. Nosotros en el 2001 salimos a decir que la mejor opción para recuperar los dólares era suscribir el Boden 2012. Los que nos hicieron caso, recuperaron esos dólares, los cobraron con intereses”, resume.
En cuanto al modo de trabajo, el planteo tradicional del movimiento cooperativo se condice con la práctica. El origen de las cajas de crédito fueron las pymes que se juntaron porque no había bancos en los pueblos y esa es la línea que el banco continúa. Una situación visible en el momento que atraviesa la Argentina, con el sector financiero como punta de los beneficiados por el sistema de deuda aplicado por el gobierno nacional. En ese sentido, Ferrero detalla que el Credicoop no avala este modelo porque “apuntan contar el cooperativismo porque es muy virtuoso, no tenés un dueño que se lleva la guita para su bolsillo”.
En ese marco, aclara: “nosotros no vamos por la máxima ganancia, nos interesa que la economía funcione para que las pymes, que son nuestro motor, estén bien y nos den trabajo. Eso es lo que hoy no está ocurriendo”.
Finalmente, muestra que el Credicoop no está metido en la “bicicleta financiera” porque apuntan a otros objetivos. “Este modelo que es de achique y retroceso no nos sirve. Hace poco tiempo transitamos con líneas de crédito de inversión productiva, había máquinas y galpones en el Parque Industrial, y hoy tienen reducida su capacidad de trabajo”, sintetiza.
