La ola de críticas y repudios a la decisión oficial de recortar las pensiones por discapacidad sumó la voz del subsecretario de Inclusión provincial, Diego Riquelme. Con una extensa trayectoria en el trabajo con temáticas vinculadas a la discapacidad, el funcionario expresó su desconcierto sobre la medida adoptada por el gobierno nacional y confirmó que tiene un alto impacto sobre una población altamente vulnerable.
“Me cuesta mucho pararme desde el lugar desde dónde lo mira el PRO. No lo entiendo y no podría pararme nunca en ese lugar. Es muy difícil poder entender lo que pretenden hacer. Creo que se trata de lo que hace Cambiemos en un montón de cuestiones, que es tirar y tirar hasta que explota. Están aplicando un decreto del menemismo, que tiene 20 años. Quieren alcanzar una cifra de déficit fiscal y no les interesa qué se llevan puesto”, dice-
Las pensiones representan alrededor del 1% del PBI. El gobierno, en su plan de adecuación fiscal, decidió cortar por la parte más sensible. No se trata de rever las exenciones impositivas con que se benefició a sector con enormes rentabilidades, sino reducir la presencia estatal en el acompañamiento de las poblaciones más expuestas. El recorte de ingresos es un golpe letal sobre la economía de muchos de los afectados, cuyos costos de vida son considerablemente más altos.
“Son más de 70 mil pensiones en los últimos seis meses. Cuando el conyugue tiene jubilación o pensión, inmediatamente se da de baja. Algunas familias se quedan solo con la jubilación mínima y sabemos lo que es Pami con los recortes que también hicieron. No se puede hacer seguimiento de los trámites. Lo más raro es que no informan cuáles fueron las que dieron de baja, ni siquiera a nosotros como Provincia”, comenta Riquelme.
Y en relación a las acusaciones que dirigentes del Pro realizaron sobre la ilegitimidad de algunas asignaciones, responde: “puedo asegurar que a la mayoría de las personas con discapacidad que pueden trabajar, le ofreces la pensión o el trabajo, se va a ir a trabajar y no vivir con una pensión miserable. Pero muchas veces es la única opción. Hay que mirar con los ojos del otro. No se puede pensar un ajuste de pensiones por discapacidad de la manera que se ajustan tarifas. No se entiende que se les cruzó por la cabeza, tienen un nivel de insensibilidad muy alto”.
