(Publicado en primera edición de marzo de PUEBLO Regional) Desde hace tiempo la Municipalidad de Venado Tuerto viene disponiendo una importante cuadrilla de profesionales y recursos económicos para resolver problemas de vulnerabilidad social, tema que parece fundamental, aunque muchos no lo vean así, para tratar de encontrar la punta del ovillo a la crisis de inseguridad.
Quizás es el camino más largo, y no sirve para resolver la caliente coyuntura venadense, pero seguramente ofrecerá soluciones más cercanas al concepto de humanidad que tantos se ufanan de defender a la salida de la Catedral, pero son los primeros en pedir mano dura en cuanto son tocados sus intereses económicos.
PUEBLO Regional dialogó sobre este tema con la subsecretaria de Desarrollo Social municipal, Alejandra Filippetti, quien brindó un minucioso detalle de la labor que se viene desarrollando desde su área.
“Lo que estamos haciendo es un montón de cosas y más desde la Subsecretaría de Desarrollo Social. Son muchísimos los recursos humanos, porque tenemos 19 trabajadores sociales, más todos los profesionales que conforman los equipos. Hubo más de 126 mil intervenciones durante el año 2014, porque tenemos una sala de cómputo donde registramos todos los datos”, graficó la funcionaria.
En lo que se refiere a la tarea que se realiza, Filippetti indicó que “nuestra intervención fundamentalmente se basa en resolver cualquier problema social con prevención, fortaleciendo los lazos sociales y los vínculos afectivos. Ese es nuestro trabajo, con eso se previenen los problemas de salud, adicciones, delincuencia. Así dicho parece poco, pero en esta tarea se trabaja con el chico, con el padre, con una tía, con una abuela, y es un trabajo que lleva tiempo y que involucra a muchos profesionales”, y puso el acento en que “para resolver esto hace falta un profesional poniéndole el cuerpo a la gente”.
En cuanto a la labor que se desarrolla desde la provincia, la subsecretaria explicó que tres profesionales son costeados financieramente por el Estado santafesino a través de un subsidio. De todas formas, este número es ínfimo si se tiene en cuenta que Desarrollo Social municipal cuenta con 400 empleados, más otros cien que se encargan de la prestación de servicios.
Barrios peligrosos
El grado de peligrosidad que alcanzaron varios sectores de Venado Tuerto ha dejado al descubierto un problema de larga data, y muy difícil de abordar.
La subsecretaria de Desarrollo Social, opinó que “más que hacer un trabajo intensivo en algunos barrios, esa tarea hay que hacerla en casi todos los sectores de la ciudad. Nosotros estadísticamente tenemos que la mayor cantidad de denuncias sobre vulneración de derechos de chicos y chicas son del barrio Centro, que eso también trae sus consecuencias posteriores. Habría que pensar cuáles son las causas para que una persona llegue a cometer un delito, porque también hay gente que agarra a un pibe que fue a los talleres municipales, que fue a la escuela, pero que anda una noche caminando con gorrita y le dicen si vos no vas a hacer este trabajo yo te armo una causa. Yo eso lo he escuchado directamente de los pibes que te cuentan cómo se meten en el delito porque hay autoridades que tienen posibilidad de armar causas que los llevan a esta situación”.
En este punto la funcionaria enfatizó que “si hubiera una presencia mayor del Estado, no de las fuerzas de control, sino de las fuerzas de promoción, por ahí ese pibe tendría algún lugar dónde ir para denunciar esto. Yo sé que hay mucho de esto”.
Dos exitosas experiencias de trabajo coordinado y rescate de jóvenes en riesgo se desarrollaron desde el Municipio en los barrios Ciudad Nueva y Malvinas Argentinas.
Al respecto, Filippetti comentó que “si uno mira lo que es el modelo de gestión municipal del año 2008, se trata de eso, pero uno anota en un papel trabajar desde un paradigma hacia otro paradigma, lo que no implica que el paradigma imperante en la cabeza de cada trabajador cambie automáticamente. A nosotros nos llevó mucho tiempo poder lograr que cada equipo mire la realidad desde este nuevo paradigma, donde está el otro como sujeto de derecho. Hay gente que trabaja en un barrio y piensa como el senador Lisandro Enrico o lo que plantea la policía, que hay que salir y matarlos a todos. Uno no puede laburar desde ese lugar, y cambiar el lugar desde donde uno trabaja te puede llevar una vida. Utilizamos la operación machaque y creo que recién ahora, después de muchos procesos de capacitación y reflexión, se puede pensar en armar algo para afuera”.
A partir de este año se inició un trabajo con coordinadores de cada equipo, donde se plantea que dirección se va a tomar con la política social y sanitaria desde el Municipio.
“La primera reunión de enero se trató de que cada equipo pueda armar con las instituciones de su barrio una red, un consejo consultivo, para laburar entre todos sobre esa población acotada”, apuntó Filippetti.
Por otra parte, explicó que “algunas veces uno tiene que hacer contención, asistencia, es parte del trabajo, pero no tiene que ser lo único. La contención es según el momento de la estrategia de intervención, porque si uno lo único que hace es contener y no hay una buena intervención profesional siempre hay posibilidades de que algo se escape por alguna grieta”.
Un dato adicional que aportó la funcionaria es que hay varios establecimientos escolares de nivel secundario de la ciudad que están expulsando a estudiantes que han tenido algún conflicto con la ley, dejando entrever una contradicción con el discurso de inclusión que se baja desde las altas órbitas provinciales.
Operativo invasión
Por estos días se volvió a escuchar la versión sobre la invasión de pobladores de villas de emergencia porteñas a la ciudad, especulación en repetidas oportunidades desmentida desde el Municipio.
En este sentido, la subsecretaria de Desarrollo Social explicó que “es mucho más fácil decir que lo peligroso es lo que desconozco. Entonces si hay alguien que es peligroso para mí, es porque no es de la ciudad, sino que es alguien que viene de afuera, y por eso es peligroso. Esta es una construcción que se arma en la cabeza de cada ciudadano, y que encima es instalada mediáticamente, porque esto es algo que se repite una y otra vez desde 2007 cuando se tiró por primera vez la noticia. Esto es algo que se va repitiendo, y la gente lo va diciendo, y se termina convirtiendo en verdad, como se termina convirtiendo en verdad que acá no se puede salir a la calle. Acá hay delincuencia, cada vez hay más hechos de robo, cada vez hay más policías, pero los problemas se generan con vecinos de Venado Tuerto, no tienen porque ser de afuera”.
Haciendo un balance del trabajo de su área en los últimos años, la funcionaria recordó que “hace desde 2002 que Acción Social se descentraliza, porque antes atendía en Marconi y San Martín. Cuando se descentraliza nos vamos todas las trabajadoras sociales a laburar a los barrios. En el año 2008 se modifica este modelo de gestión y el trabajo se hace entre Salud y Acción Social, que territorialmente laburábamos en el mismo espacio, y comenzamos a trabajar en conjunto. La idea es que esto siga avanzando y pueda ser Deporte, Cultura, Educación, y que todas las direcciones tengan el abordaje territorial coordinado por un equipo técnico, que son los que están en los centros comunitarios. La pregunta es qué hubiera pasado si no estaba la decisión política en el año 2002 desde el intendente Roberto Scott de descentralizar, o la decisión política de José Luis Freyre de en 2008 modificar el modelo de gestión. Qué hubiera pasado si en estos más de diez años se hubiese seguido atendiendo en Marconi y San Martín, cuál sería la realidad social hoy de Venado Tuerto sin ese trabajo con las instituciones, con las familias, con diferentes niveles del Estado”.
El diagnóstico de Filippetti sobre lo que podría ocurrir en caso de que Liliana Rostom, de la mano de Nuevo Horizonte PRO, llegara a la intendencia es sumamente preocupante: “En cuatro años tendremos un estallido social si lo único que se piensa hacer es contener. No es cualquiera el que puede seguir trabajando en lo que es política social. No es lo mismo la política social que puede plantear el PRO con Nuevo Horizonte, que la política que está impulsando el Frente para la Victoria en Venado Tuerto, y no son las mismas las consecuencias”.
