La negociación del gobierno nacional con distintos gobernadores impuso un marco de conflicto inevitable en el sector docente. Con un comunicado público, Amsafe había establecido las dificultades que se planteaban si se acordaba un tope para los aumentos salariales inferior a la inflación del 24%, que de por sí ya es calculada con un excesivo optimismo. Finalmente, los gobernantes cerraron un pacto alrededor del 18% y las tensiones con los docentes recrudecieron. El inicio de clases se complica en todo el país.
“Es una situación preocupante porque lamentablemente todos los gobernadores, más allá de los tintes políticos, se están haciendo eco de la política de ajuste del gobierno nacional. El panorama no es para nada alentador, el objetivo es tener consenso para que no se dé la paritaria nacional y establecer un techo del 18%. Toda la docencia está en pie de alerta, con idea de movilizarse”, comenta Javier Delgado, titular de la regional de Amsafe.
Con esa determinación del gobierno nacional y los gobiernos provinciales, los docentes aseguran que se están violando la ley nacional de educación y la ley de convenios colectivos, dado que en los hechos se suprimen las paritarias nacionales que facilitan un parámetro a las provincias. De esa manera, quedan anuladas las herramientas de diálogo. El año pasado hubo una pérdida del 10% en los activos y de más del 15% en pasivos, lo que genera una expectativa absolutamente negativa para este periodo que comienza con nuevos aumentos de tarifas y avances sobre derechos básicos.
“No hablamos solo de la inflación esperada, sino de la pasada. En tal sentido, es tan grave la situación, no solo no ven la inflación pasada, sino que calculan una inflación esperada que nadie cree. Claramente desde que empezó la recesión económica empezó esto de que no haya aumentos, la novedad es que se está negando la paritaria, que es un combo explosivo”, agrega Delgado.
El gremialista apunta a la actitud del gobierno provincial y su acercamiento a los lineamientos del frente Cambiemos. “Más allá de las diferencias políticas o los autotítulos que se ponen los gobiernos, se acaba cuando hay que cerrar los números. Santa Fe no tiene nada que envidiarle a las propuestas macristas de otras provincias”, resume.
