Durante una entrevista con el programa Dos en la Ciudad, de radio Ciudad, Jorge Marinelli se enteró la fábrica familiar puede llegar a cerrar definitivamente. Mientras relataba el proceso de deterioro que derivó en una situación de emergencia, apuntó que las importaciones fueron un factor fundamental para que se precipitara la situación y afirmó desconocer la presentación de la quiebra de la empresa. “No tenemos explicación a ciencia cierta. Hay un dato que me llama la atención, porque soy el hijo del dueño y me estoy enterando acá el tema de la quiebra”, dijo durante la entrevista radial.
La fábrica tiene alrededor de 50 años y trabajan unas 25 personas directamente, que quedarán en la calle. Además, se agregan los empleos indirectos que se vinculan con la empresa. Es un emprendimiento familiar en el que trabajan los miembros de la familia. “Yo soy un empleado, privilegiado, pero empleado al fin. Digo privilegiado porque quizás no tengo que presentar un certificado o puedo pedirme un día. Pero si la gente cobra con retraso, yo también cobro con retraso, soy uno más”, dice Jorge.
La desregulación llevada a cabo por el gobierno nacional implicó un drástico aumento en los costos que complicó toda la línea de producción y retrajo considerablemente las ventas. El aumento del combustible fue un golpe certero para la producción. “Vos no podés trasladar los costos al producto porque te distancias más de los productos que vienen desde afuera”, afirma.
“Con muchas medidas económicas que se tomaron se agravó la situación. El problema empieza cuando se iniciaron las importaciones, hace más de seis años. Es imposible competirle a productos que vienen de China. Le vendemos a los comercios casi al doble del producto chino, cuando acá un sueldo está en 12 mil o 14 mil pesos, y en China son infinitamente menores, así también los costos de la madera, de la pintura, tienen tecnología superior”, detalló.
La disparada del dólar arrastró los precios internos de los insumos para la producción. Marinelli cuenta que la fábrica empezó siendo un establecimiento muy chico ubicado cerca del colegio Sagrado Corazón. Él iba después de la escuela, a la pasada, cuando visitaba a sus abuelos que vivían en el barrio. Después la fábrica se empezó a ampliar hasta que surgió la necesidad de mudarse al Parque Industrial. Para esa época Jorge ingresó como trabajador. Recuerda que la crisis del 2001 los tocó muy fuerte pero en todas pudieron salir. “Esta es la más complicada de todas”, sentencia.
“Los sacaron del mercado”
El secretario de Desarrollo e Innovación, Darío Mascioli, admitió que la situación de la fábrica de muebles es crítica y confirmó la posibilidad de una quiebra. De llegar a concretarse, quedarán al menos 25 trabajadores en la calle. “Es una fábrica tradicional de nuestra ciudad, que fue creciendo desparramada por toda la Argentina. Lamentablemente hace algunos años se empezó a plantear la situación de las importaciones, con un sistema de dumping que hacía la empresa Ferrum. Nosotros intercedimos con el gobierno nacional en su momento, logramos frenar un poco la situación y tramitábamos un Repro. Pero con el cambio de gobierno la situación llevó a una salida de competitividad total”, aclara.
La caída en los niveles de la construcción fue otro impacto letal para la fábrica, que se dedica a la producción de piezas de madera. Mascioli describe que el empresario local se había acercado para presentar su inquietud por la situación y que es muy difícil el panorama que se presenta.
El funcionario especifica que hoy ingresan productos de calidad intermedia provenientes de China. La calidad de los productos es idéntica a los producidos nacionalmente, pero con una considerable diferencia de costos que hace imposible la competencia. “Se hizo una presentación de situación de crisis y que no pueden pagar ni los sueldos ni los gastos operativos, porque no tiene ventas internas. Los sacaron del mercado”, sintetiza.
