(Rosario/12, por Luis Bastús) Los vecinos memoriosos del barrio Yrigoyen creían anoche que fue con la inauguración del casino la última vez que se congregó tanta gente en la zona. Así explicaron la expectativa que despertó la llegada del primer tren de pasajeros desde Retiro a la flamante estación Rosario Sur, en San Martín y Batlle y Ordoñez, sobre la nueva traza ferroviaria estrenada ayer. La locomotora arribó haciendo tronar su bocina bajo el arco de la estación, y descendieron los primeros 170 pasajeros, entre los genuinos y los invitados de protocolo y prensa. Poco antes de la medianoche, la formación regresó con algo más de 150 pasajeros hacia la estación porteña, para llegar pasadas las seis de esta madrugada. Se cumplió el primero de un servicio esperado por años.
«Es un día muy importante, no sólo para los rosarinos, sino para los argentinos, por haber podido cumplir con este compromiso que parecía un sueño muy lejano y que por decisión política de la Presidenta y de un equipo en llevar adelante la reconstrucción del sistema ferroviario se pudo alcanzar», ponderó el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien asistió a la partida desde Retiro, ayer a las 16.07, y que por la noche se hizo presente en Rosario para recibir el tren inaugural junto con la intendenta Mónica Fein y una multitud de militantes políticos y de sindicatos afines en primera fila, y con cientos de vecinos que rodeaban la valla perimetral del viejo apeadero Sur, hoy remozado en una casi terminada estación que recorta su altura, imponente sobre el paisaje calmo del barrio.
Randazzo destacó una vez más «la colaboración del gobierno provincial, de la intendenta Mónica, para que así hayamos podido lograr que el tren vuelva a la ciudad con una infraestructura nueva». El ministro celebró que se construyeron 281 km de vías nuevas, y estimó que para antes de fin de año concluirán el mismo trayecto en la vía ascendente y paralela que compone el nuevo ramal. «Lo hicimos con trenes 0 kilómetro, con esta estación que pone en valor toda esta zona de la ciudad, y con la alegría de los vecinos que se sienten parte de este proceso».
Fein, por su parte, definió que el momento fue «una reparación histórica recuperar el tren Rosario-Buenos Aires, como luego ocurrirá con el tren Rosario-Córdoba». La intendenta también se manifestó «contenta por haber podido construir juntos con el ministro del Interior y el gobierno nacional. Rosario se merecía este esfuerzo de recuperación ferroviaria».
En los alrededores, muchos hombres y mujeres se arrimaron a presenciar lo que entendieron como un hito histórico. Para Florencia, a sus 73 años, el restablecimiento del servicio ferroviario es «una bendición, por poder viajar a Buenos Aires desde acá, sin tener que ir hasta la terminal; y porque esto cambia el barrio, le da más luz, más movimiento», ponderó.
Roxana y Amalia miraban el movimiento previo al primer arribo y se entusiasmaron por la nueva actividad que suma el barrio, y la esperanza de que provoque mejores condiciones de seguridad. «Antes ahí atrás era una boca de lobo, pero desde que empezó la obra acá la policía está más presente». Eso sí: ellas esperaban que el pasaje fuese aún más barato, pese a que los 175 pesos que cuesta el boleto de primera clase están bien por debajo de los 275 pesos que cuesta viajar en ómnibus a Buenos Aires.
En un rincón, a la espera de que los vigiladores las dejaran acceder al andén poblado de periodistas, protocolo y bombos militantes, dos agentes sanitarias del Ministerio de Salud nacional aguardaban con su valija el honor de ser las primeras pasajeras en tomar el tren de regreso a Retiro. «Siempre venimos a trabajar a Rosario y elegimos volver en tren porque es más seguro, nos gusta. No sabíamos que hoy empezaba a funcionar este servicio. Fuimos a tomar el servicio en Rosario Norte y desde ahí nos mandaron para acá. Está muy bueno», celebraron.
Cuando el tren iluminó desde el sur la estación, el gentío estalló en aplausos, cornetas y algarabía. Uno de los pasajeros era el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, que al bajar sonriente por el trayecto cumplido elogió el servicio: «Es muy confortable y seguro. Tiene coche de Primera, Pullman y Comedor, con servicio de a bordo y wi fi. De primer nivel. Los que han tenido la oportunidad de viajar en el exterior se van a dar cuenta de que este servicio no tiene nada que envidiarle».
