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viernes 29 marzo 2024
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A pesar de la crisis se esperan restaurantes colmados por el Día del Amigo

El día del amigo es una jornada que todos los años promete encuentros, regalos y asistencia a los restaurantes. Las expectativas de ventas suelen estar por encima de la media durante el resto de los días del año. Sobre todo a partir de la fuerte crisis que azota a la ciudad y que tiene en la rama gastronómica uno de los puntos donde más se visibiliza. En el último tiempo, en Venado cerraron restaurantes tradicionales y muchos empresarios tuvieron que repensar su negocio. La Taberna se encuentra en pleno proceso de venta. La parrilla Los Sauces cambió de dueño. Y La Choza debió cerrar y pasará a ser un centro cultural de la Municipalidad. Ante ese panorama, el día del amigo aparece casi como un salvataje.

Eduardo Pagnone, propietario de Nueve de Martín, comenta que el bajón se nota al punto que un sábado a la noche difícilmente llegue a haber más de 50 personas. Las salidas a comer afuera son una de las primeras variables de ajuste ante la caída del salario. “En la semana, de lunes a jueves, viene muy bajo. Hoy por el día del amigo el restaurant está colmado de reservas, pero eso es el sacrificio que hacen muchos amigos para juntarse una vez al año”, dice Pagnone.

Hace siete años que está al frente del restaurant y explica que la calidad del servicio es un objetivo que hace al perfil del negocio. Ese mantenimiento se volvió sumamente complejo desde hace un año y medio. “Desde hace un año la situación cambió rotundamente. Lo llevó un registro de comensales mensuales. Respecto a dos años atrás, mermó un 40% la cantidad. Los números se cayeron abruptamente, es difícil mantener una estructura, ni hablar sumando los impuestos. Estamos hablando de Venado Tuerto, en medio de la zona núcleo, más allá de la crisis hídrica”, apunta.

El golpe del ajuste se vivió muy fuertemente en toda la provincia, donde muchos comercios gastronómicos tuvieron que cerrar sus persianas. El incremento de las tarifas de gas y luz, la suba de los alquileres y el tijeretazo a los salarios, hacen un combo inmanejable que tiró al suelo los niveles de consumo. “Uno trata de adosarles viandas o menúes ejecutivos, pero la gente no puede, no es que no quiere. Lamentablemente estamos padeciendo una situación bastante crítica y no se ve una luz en el túnel, al contrario, cada vez está más oscuro”, resume Pagnone.

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