(Venado Tuerto) Como si no hubiese problemas suficientes para hacerse mala sangre a diario, el concejal del PRO, Carlos Aldasoro, aportó un nuevo granito de arena: la calesita ubicada en el predio de 9 de Julio y Belgrano está en mal estado y es peligrosa para los niños.
La versión del legislador tuvo rápido eco en los medios locales, no se sabe si por falta de temas noticiosos o por propio peso político del declarante. El asunto es que una vez encendida la mecha, de inmediato salieron desde el Municipio a responder, generando una nueva polémica política en el tuerto venado.
El que llevó la bandera representando al Ejecutivo municipal, fue el subsecretario de Espacios Públicos, Patricio Marenghini, quien demostró con papeles que el pasado 17 de junio, el titular de la calesita fue notificado para que cierre el emprendimiento mientras no estén dadas las condiciones para su funcionamiento.
Según indicó la nueva cara mediática del Municipio, “como es nuestra forma de trabajo, en nuestras acciones vemos qué actores sociales involucra; en este caso nos sentamos a dialogar con el dueño de la calesita para ver qué alternativas existen para mejorarla e hicimos un acta de compromiso, y la semana pasada definimos los pasos a seguir”.
El funcionario aceptó que el entretenimiento infantil presenta un estado de deterioro, y acorde lo conversado surgió el compromiso de que estará en funcionamiento “en tres o cuatro meses”, aunque el incumplimiento habilitaría otras alternativas, entre las que se cuentan el traslado o la posibilidad de que alumnos de El Industrial puedan hacer prácticas de reparación.
“Queremos ayudar a esta persona porque, según tengo entendido, la calesita es su único medio de vida. Hace poco que estoy en funciones pero es importante que se sepa cuál es nuestra forma de trabajo, respondiendo a directivas del intendente, donde se tiene en cuenta a las personas afectadas y siempre sumando alternativas”, comentó Marenghini, quien expresó su sorpresa por la forma en que un edil opositor abrió una polémica, sin asesoramiento previo.
En el mismo sentido, afirmó que “los propios usuarios” pueden aportar ideas en torno al uso de los espacios públicos, más allá de lo planificado “desde una oficina”.
El subsecretario narró que el ordenamiento administrativo de la calesita comprende inconvenientes de larga data, aunque destacó que “siempre hubo buena voluntad”; con ese antecedente, analizado el escenario, “actuamos con la colaboración del área Jurídica y de Inspección General”.
“Puede corroborarse con los mismos vecinos que esta calesita no funciona desde hace un mes. La gente propone cosas con buenas intenciones y queremos demostrar que nos estamos ocupando. Si en tres o cuatro meses no hay mejoras, el tema se corta”, graficó Marenghini.
A la fecha, se elabora un presupuesto de los materiales a reemplazar, acorde las posibilidades económicas del propietario y el apoyo que pueda brindar el Municipio, sin soslayar el aporte de otros actores. “Siempre estamos abiertos a nuevas ideas. Los mismos concejales pueden proponer y trabajar en conjunto para mejorar ese espacio”, concluyó el funcionario.
