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jueves 28 marzo 2024
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Sola: «Estas reformas no suponen modernizar el trabajo, sino abaratarlo y hacerlo menos protegido»

El dirigente cegetista de Venado Tuerto, Jorge Sola, fue uno de los participantes de la mesa de negociación entre el gobierno nacional y la central sindical sobre el proyecto de reforma laboral. El dirigente local aclaró que no se estableció un acuerdo, sino que lo que “hizo el gobierno fue presentar un proyecto de ley ante la CGT que tiene distintos ejes: uno que tiene que ver con el blanqueo laboral, que es un largo reclamo que venimos haciendo; otro con las prácticas formativas y la capacitación; un tercero con una agencia de evaluación tecnológica en áreas de salud”.

Sola expresó que no terminó conforme con la negociación y que el objetivo de la CGT fue lograr quitar los puntos más problemáticos del proyectos antes de que sea enviado al parlamento. “No estoy conforme, estoy convencido que es lo que teníamos que hacer. El pensamiento que tiene el gobierno es seguir adelante, hacer una reforma permanente. La solución no es gremial, es política. El gobierno corre con el rebenque de los votos. Nosotros pudimos frenar una cantidad importante, no quiere decir que es lo mejor”, dice.

En relación a las quitas que se consiguieron, el dirigente del Seguro comenta: “el principal artículo iba contra los trabajadores porque se cambiaba la concepción del trabajo, igualando al empleador con el trabajador. Eso implicaba que el fuero laboral desconozca el principio que, en caso de duda, le da la razón al trabajador. Esto fue sacado, como también que todo aquello que fuera reclamo retroactivo de créditos laborales, que el gobierno pretendía reducirlo a un año”.

A su vez, planteó las diferencias que existieron sobre el recalculo de las indemnizaciones sacando conceptos como horas extras, comisiones y bonos, y el criterio de solidaridad con las empresas tercerizadas que se pudo reintroducir. “Se creaba una nueva figura, que era un trabajar independiente, con colaboradores independientes, y que serán autónomos, monotributistas. Eso se redactó de otra manera para que queden con los trabajadores que cumplen jornadas inferiores a las 22 horas y que sean profesionales”, agrega.

Para Sola, la reforma se propone generar un nuevo marco de condiciones para atraer inversiones, aunque dice desconfiar de esas premisas, ya que nunca se cumplieron. En ese sentido, resalta las exigencias de ajuste y de nuevas condiciones laborales que asume el gobierno como ejes programáticos. En ese marco, subraya un punto central referido a la deuda millonaria que se le perdona a los empleadores en lo referido al trabajo en negro. “Hay algo fundamental. En el primer proyecto se perdonaba toda la deuda de trabajo en negro. Todos los empleadores los podrán incorporan sin pagar un solo peso a la seguridad social. Y lo otro es hacer un trabajador más barato, sacando convenios colectivos y derechos”, aclara.

El referente regional afirma que ahora dependerá de la actividad de los legisladores. “Esperemos que los que tienen un signo de defensa de los trabajadores puedan mejorar esto y hagan una ley viable para las inversiones pero que mejoren las condiciones de los trabajadores”, apunta. Y contextualiza: “quienes tenemos una visión diferente de las cosas, podemos ejercer un obstáculos para que las cosas sucedan. Pero darle un sesgo diferente solo se va a lograr con una solución política, y eso siempre se da en las urnas. Cada vez que nos sentamos a dialogar, nos tiran las urnas arriba de la mesa. Como le pasa a los gobernadores, que los corren con la billetera y con alguna que otra carpeta que tienen dando vueltas”.

Finalmente, destaca que la intención de la central de trabajadores no es entorpecer la marcha sino brindar seguridad y protección a los derechos de sus afiliados, y que existen diferencias en cuanto a la forma de entender las relaciones laborales: “las ideas de este gobierno están impuestas en su accionar y volverán cuando las condiciones políticas le sean convenientes. Hay una importante deuda del empresariado argentino, sobre todo el de mayores inversiones, que es confiar en el país y capacitar a los trabajadores, porque estas reformas no suponen modernizar el trabajo, sino abaratarlo y hacerlo menos protegido”.

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