ESCUCHA RADIO MIL9
ESCUCHA RADIO MIL9
viernes 29 marzo 2024
18.8 C
Venado Tuerto
InicioVenado TuertoUn proyecto que hace de los pibes en peligro, pibes peligrosos

Un proyecto que hace de los pibes en peligro, pibes peligrosos

(por Lucas Paulinovich). El marco de persecución a la narcocriminalidad, la situación que padecen amplias franjas sociales por problemáticas vinculadas al consumo de sustancias, los conflictos violentos que se desatan desde las economías ilegales, el debilitamiento de los lazos interpersonales y el creciente número de armas circulando por los barrios, componen un fenómeno difícil de abordar desde el poder político. Para lograr abarcarlo, se lo intenta simplificar. El resultado suelen ser legislaciones altamente regresivas.

El llamado que hizo el presidente, Mauricio Macri, para el combate contra el narcotráfico, como uno de los ejes centrales de su propuesta política, conlleva la asunción de un modelo hemisférico de seguridad que se materializa en un mayor equipamiento de origen estadounidense e israelí, la formación de profesionales según la disciplina continental de las nuevas Escuelas de las Américas, la intromisión de fuerzas como el FBI, la CIA y la Mossad en los asuntos internos, y la aplicación de un repertorio de prácticas de control y disciplinamiento que van desde la creación de nuevas fuerzas policiales y el aumento de su número, hasta la articulación con instancias institucionales que desarrollen tareas inscriptas en el área de la salud pública.

La propuesta del concejal por la Unión Cívica Radical, Leonel Chiarella, de reconvertir el viejo hospital en un centro terapéutico para el tratamiento de adicciones, se compadece perfectamente con esta directriz imperante para el abordaje de las problemáticas vinculadas a las adicciones como si se tratara, ante todo, de un problema de seguridad. El centro de tratamiento promovido tendría una direccionamiento social específico: estaría dirigido a aquellas personas que padecen usos problemáticos de sustancias y no cuenten con los recursos económicos para solventar un tratamiento privado. Del consumo de drogas se deriva, casi como si fuera una consecuencia lógica, la potencialidad delictiva y la vinculación directa con los negocios del narco. Pobreza, marginalidad y delincuencia conforman un nudo de interdependencia que sirve para justificar medidas que tienden a la revictimización y la sobrecriminalización de un sector muy concreto de la sociedad. En concreto, los mayores afectados por la violencia vinculada al narcotráfico, los que mueren en las balaceras, caen presos o son explotados como mano de obra esclava por las bandas criminales, son los pibes de los barrios. La víctima es considerada victimario, solo que ahora se le suma un grado de piedad.

“Sin duda, Venado necesita un lugar donde haya un tratamiento y asistencia a personas con problemas de consumo de determinadas sustancias. Lo que nos alarma es las edades en las cuales los chicos empiezan a consumir. Este proyecto tiene tres ejes de trabajo. Uno que tiene que ver con la prevención, orientado a reeducar y reconcientizar; otro que tiene que ver con la cuestión médica, preparando un equipo de especialistas para atender a las personas; y también un eje social, que esté relacionado con lo médico, con la realización de diferentes talleres. Incorporamos un taller opcional que brinde apoyo espiritual, porque nos parece muy importante la visión que nos pueden dar las iglesias, sobretodo la evangélica, porque lo vienen haciendo”, detalla Chiarella.

Si la Provincia incumple, que la Municipalidad pague

La incorporación de una propuesta religiosa, vinculada a las tendencias evangélicas, desviste una ligazón de origen. La iglesia evangélica se anticipó al catolicismo en el trabajo con poblaciones  marginales o con algún conflicto con la ley. Esa experiencia es utilizada como argumento para sostener la necesidad de brindar una alternativa espiritual al proceso de recuperación de los adictos. Sin embargo, lo llamativo resulta del origen del financiamiento del proyecto. Según la propuesta de Chiarella, el “esfuerzo mancomunado” consiste en que el gobierno provincial aporta el edificio, y el municipio se hace cargo del funcionamiento y las cargas salariales de los profesionales que ahí se desempeñen. La salud es una materia que compete a la órbita provincial. En Casa del Sol hay solo cinco personas dedicadas a atender estas problemáticas para todo el departamento General López.

“Nosotros planteamos este centro como un programa municipal. Entendemos que tiene que haber un trabajo conjunto. La Provincia aportaría el edificio. Después, muchos de los profesionales que hoy trabajan en la municipalidad, pueden trabajar dentro del centro. Hay un número importante de psicólogos y profesionales haciendo esfuerzos individuales en distintos sectores de la ciudad. Nosotros planteamos hacer un esfuerzo colectivo, en un lugar único. Seguramente habrá que contratar más profesionales”, apunta el joven concejal, y agrega: “lo hable con el gobernador y le interesó especialmente lo del trabajo conjunto, donde el gobierno provincial no tenga que soportar el gasto de los profesionales”.

De esa manera, se desconocen las labores ya desplegadas en los distintos barrios de la ciudad a través del programa Prevea, perteneciente al municipio, que destina profesionales en los distintos centros barriales. Chiarella define ese trabajo descentralizado como “esfuerzos individuales”, contraponiendo un supuesto trabajo coordinado que consistiría en concentrar todas las acciones y esfuerzos en un único lugar de tratamiento que funcionaria con la modalidad ambulatoria y de centro de día. La lógica del ataque a la droga, que ya fracasó en varios países de la región y constituye una de las últimas formas de intervención externa en los asuntos de seguridad interior, es una réplica de las propuestas encaradas por la nueva gestión nacional.

Los pibes peligrosos

Los lineamientos de guerra al narcotráfico, que sembraron muertes de a miles en sus experiencias mexicanas, colombianas o brasileñas, es un primer paso de militarización y disciplinamiento intensivo. Las políticas internacionales, que parecen cuestiones de extraños noticieros televisivos, llegan a Venado Tuerto. La tutoría ideológica del gobierno nacional, de todos modos, no se completa con un aporte de recursos: “hoy se nos hace difícil el acceso para llegar al Ministro de Salud de la Nación. Una vez que empecemos, intentaremos sumar al gobierno nacional. Necesitamos atacar la droga en Venado Tuerto, de diferentes maneras”, confiesa Chiarella.

El detenimiento de la construcción del edificio propio del Cepla, junto con el vaciamiento iniciado desde el gobierno nacional de los programas socioeducativos que desplegaban una tarea de acción territorial, inscripta en el ámbito de vida de los jóvenes, contribuyendo a romper los estigmas y condenas sociales que pesan sobre determinados barrios, y multiplicando las posibilidades creativas y expresivas, estimulando las potencialidades vitales de los jóvenes, se reemplaza por una iniciativa basada en la medicalización y la vía de la salvación espiritual. Los jóvenes en peligro pasan a ser jóvenes peligrosos, caracterizados como enfermos y pasibles de ser puestos bajo tratamiento. Las políticas del abordaje terapéutico, con su reduccionismo, funciona como un complemento de las opciones de encarcelamiento masivo y hostigamiento en las calles que sufren los pibes peligrosos.

“El planteo de la dinámica es particularmente cómo se plantea en los Cepla. Hemos tomado algunas cuestiones de esas experiencias porque nos parecen valiosas. Nosotros queremos replicar las cuestión de los talleres y escuelas, pero le agregamos un espacio espiritual, porque entendemos que es muy importante, y también un tratamiento médico y psicológico para seguir a esa persona”, resume Chiarella.

Te puede interesar

TE PUEDE INTERESAR